Glasgow, R.Unido.- La cumbre del clima de la ONU COP26 ha elevado la ambición en financiación para la adaptación de los territorios más vulnerables ante los fenómenos meteorológicos extremos que ya sufren los países que menos contribuyen a la crisis climática.
En el ecuador de la COP26, el presidente de la cumbre del clima de Glasgow, Alok Sharma, declaró este lunes, jornada centrada en adaptación, pérdidas y daños, que “debemos forjar un acuerdo global” que refleje “una sensación de urgencia”, dado que “hoy el foco está puesto en las comunidades más vulnerables ante el cambio climático”.
“Los países desarrollados y los bancos reconocen que tienen que incrementar los niveles de financiación en adaptación” porque “las comunidades más vulnerables no nos perdonarán si les fallamos aquí en Glasgow”.
En un acto en el que participaron representantes de los países que ocupan la primera línea del frente del cambio climático, el gobernador del condado keniano de Vihiga, Wilber K. Ottichilo, explicó que “la financiación en adaptación es clave para nosotros” porque “el cambio climático no se va a ir, tenemos que convivir con él”.
En la India, país azotado por fuertes sequías, la directora adjunta de la ONG Swayam Shikshan Prayog, Naseem Shaik, señaló la necesidad de impulsar “la resiliencia climática de las mujeres”, para que sean “independientes” y obtengan conocimientos de “planificación agrícola, diversificación de cultivos, seguridad hídrica y gestión del agua”.
Anne-Marie Trevelyan, secretaria de Estado de Comercio Internacional del Reino Unido -país que anunció hoy 290 millones de libras en fondos de adaptación-, subrayó que el mundo va "con retraso en la adaptación ante los impactos que ya suceden en todo el mundo”.
Fondos de EU
El enviado especial de Estados Unidos para el clima, Jonathan Pershing, hizo hincapié en que “hay que resolver un problema de confianza” y que, para ello, “la única manera de reconstruirla es dar recursos a los que menos contribuyen a la crisis climática”, por lo que el Gobierno de Biden prepara un “plan de 3 mil millones de dólares al año en adaptación”.
El enviado especial del presidente Joe Biden para el Clima, John Kerry, dijo no recordar "una COP con tanto dinero sobre la mesa como esta”, lo que en su opinión evidencia “que invertir en un mundo climáticamente resiliente es más importante y urgente que nunca”.
En un acto en el que participaron diversos ministros de las partes que concurren en la COP26, el ministro danés de desarrollo y cooperación, Flemming Møller, subrayó que “es clave que los países desarrollados financiemos climáticamente a los más desfavorecidos” y que por ello entregarán anualmente “más de 500 millones de dólares a partir de 2023”.
La ministra de transición ecológica de Francia, Barbara Pompili, dijo que su país proporcionará “6 mil millones de euros cada año entre 2021 y 2025 para favorecer la acción climática”, con un tercio de esa cantidad “dedicado a adaptación”.
Críticas ambientalistas
Sin embargo, según la directora de negociaciones climáticas de la ONG World Resources Institute (Instituto de Recursos Mundiales, WRI en inglés), Yamide Dagnet, “la ambición no consiste solo en mantener a la vista el objetivo de 1.5 grados”, sino “en ser capaces de adaptarnos y abordar las pérdidas y daños” económicos y humanos, explicó.
“La política no está funcionando, hemos escuchado que Tuvalu y Barbuda acudirán a la justicia porque no ven nada concreto y tienen miedo” porque “se trata de su supervivencia”, aseguró Dagnet.
“Necesitamos más compromiso político para obtener financiación climática antes de 2025”, subrayó, por su parte, Sven Harmeling, coordinador de política climática internacional de Climate Action Network Europa (Red de Acción Climática, CAN en inglés), una coalición internacional de más de mil 500 ONG.
Harmeling dijo que “sin eso, no podemos terminar la COP26 de forma satisfactoria”, dado que esos fondos son “imprescindibles para detener esta locura climática”.
Según un comunicado de Greenpeace, “el primer borrador de acuerdo de Glasgow es excepcionalmente débil y sin mención alguna a la eliminación de los combustibles fósiles”, en contra de las indicaciones de los expertos.
Por ello, la organización ecologista exige a los negociadores que “se enfrenten a los bloqueadores, como Arabia Saudí y Australia”.