Glasgow, R.Unido.- El sector de los hidrocarburos, con 503 delegados, tiene más representación que cualquier delegación nacional en la cumbre del clima de la ONU COP26, donde Arabia Saudí trata hasta ahora de obstaculizar el acuerdo, según informaron este lunes las organizaciones ambientales.
La ONG Greenpeace ha denunciado que el Gobierno de Arabia Saudí trata de bloquear un mensaje final consensuado de la reunión de Glasgow (Escocia) en el que, como consigna de futuro, los países se comprometerían a "acelerar" las medidas necesarias para mantener viable el objetivo de limitar el calentamiento global a 1.5 grados.
Por su lado, la cadena pública británica BBC informa hoy de que, según un documento de la organización Global Witness, de 40 mil asistentes a la COP26, los delegados acreditados del sector de hidrocarburos, que tratan de defender los intereses de las industrias de petróleo y gas, superan los de la delegación nacional más nutrida, la de Brasil, que cuenta con 479 personas.
El estudio, elaborado con datos de la ONU, denuncia también que las delegaciones nacionales de Canadá y Rusia incorporan a miembros de este sector, que los ecologistas querrían ver vetado de estas cumbres por su falta de cooperación en la lucha contra el cambio climático.
El informe indica también que el grupo de presión de hidrocarburos, que representa más de 100 empresas y unas 30 asociaciones del combustible fósil, es mayor que el total de delegados de los países más afectados por el cambio climático en los últimos 20 años y dobla la presencia de colectivos indígenas.
Con 103 representantes, la Asociación de Comercio de Emisiones Internacionales (IETA, en inglés) es el grupo dominante, con miembros de empresas como BP. Según Global Witness, es una asociación apoyada por petroleras que defienden un mercado de compensación de carbono como vía para seguir con sus actividades, pagando a otros para que reduzcan emisiones en su lugar.
En declaraciones a la BBC, un portavoz de la IETA, Alessandro Vitelli, afirma que la asociación no solo incluye empresas del sector de hidrocarburos y que su posición es facilitar una transición hacia otras energías mediante los mercados de carbono.
Por su parte, la directora de Greenpeace, Jennifer Morgan, dijo el domingo en un comunicado que, si Riad logra bloquear un mensaje final y el objetivo de mantener los 1.5 grados, el resultado de la COP26 "se verá seriamente socavado".
Morgan criticó que Arabia Saudí, uno de los principales exportadores de petróleo del mundo, trata también de reducir los progresos en "adaptación", el dinero que se distribuye entre países pobres para que se adapten al cambio climático, un punto clave de las negociaciones de esta semana cuyo éxito depende del apoyo de cada unos de los 196 países participantes.
Si no hay dinero para la adaptación, los países en vías de desarrollo, menos responsables históricamente de las emisiones de gases de efecto invernadero, no podrían suscribir los compromisos de limitar el calentamiento global, apunta Morgan.