Naciones Unidas.-La máxima responsable de las Naciones Unidas en materia de cambio climático, Patricia Espinosa, se dirigió hoy a los ministros de los Países Menos Adelantados (PMA), que se han reunido para debatir las prioridades clave de cara a la crucial Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26) que se celebrará en Glasgow (Reino Unido) en noviembre.
En un discurso de apertura de la reunión de hoy, la Secretaria Ejecutiva de ONU Cambio Climático, Patricia Espinosa, reconoció la frustración que sienten muchos PMA por la falta de avances en los temas más importantes para estos países.
"Nadie entiende como ustedes la gravedad de esta emergencia climática. Los animo a que sus prioridades sean lo más firmes y ambiciosas posibles en esta reunión", dijo.
Los 46 países menos desarrollados del mundo ya son los más afectados por los efectos de la emergencia climática, a pesar de contribuir muy poco a las emisiones totales. Y estos países necesitan urgentemente ayuda financiera para hacer frente a la aceleración de dichos efectos, que incluyen tormentas, sequías e inundaciones cada vez más frecuentes e intensas.
La reunión de los ministros de los PMA se produce en el contexto del último informe del IPCC, publicado a principios de agosto, que mostró que, a menos que se produzcan reducciones rápidas, sostenidas y a gran escala de las emisiones de gases de efecto invernadero, el objetivo del Acuerdo de París será imposible de alcanzar. Le siguió el Informe de Síntesis de las NDC, una evaluación de todos los planes nacionales de acción climática, que muestra que, con la trayectoria actual, las temperaturas podrían aumentar hasta 2,7C, con resultados devastadores para la humanidad.
La jefa de ONU Cambio Climático hizo un llamamiento para que se tomen medidas drásticas e inmediatas con el fin de abandonar la senda de las altas emisiones, y avanzar hacia un futuro con bajas emisiones de carbono y resistente. Además, destacó cuatro prioridades clave para que los gobiernos se preparen para la COP:
En primer lugar, el cumplimiento de los compromisos existentes. Una cuestión clave es la provisión de apoyo financiero a los países en desarrollo, en particular la promesa de los países desarrollados de movilizar 100 000 millones de dólares anuales en financiación climática para apoyar las necesidades de las naciones en desarrollo. Esto es crucial para crear confianza.
En segundo lugar, concluir las negociaciones pendientes. Esto incluye la resolución de las complicadas cuestiones en torno a las normas del artículo 6, para permitir finalmente que las herramientas de mercado y no de mercado pongan en marcha sus operaciones. Además, los gobiernos deben asegurarse de que el marco de transparencia del Acuerdo de París está técnicamente preparado para funcionar, y también deben avanzar en las áreas relacionadas con la adaptación y las pérdidas y daños.
En tercer lugar, una mayor ambición en todos los aspectos clave de la agenda climática. Entre ellos se encuentran los planes nacionales de acción climática, conocidos como NDC por sus siglas en inglés, alineados con la ciencia; las estrategias a largo plazo que puedan garantizar la neutralidad climática para 2050; y los avances en las importantes cuestiones de creación de resiliencia.
En cuarto lugar, tener en cuenta a todo el mundo. Tal vez lo más importante, el éxito en Glasgow significa garantizar que se escuche a todas las voces y que no se dejen propuestas viables sobre la mesa. Reconociendo el notable poder e influencia de ciudades, regiones, empresas, inversores e instituciones educativas de todo el mundo, Patricia Espinosa citó este multilateralismo inclusivo como "fundamental para alcanzar los objetivos climáticos globales".
Espinosa instó también a los países con economías desarrolladas a tomar la iniciativa, según el principio de "responsabilidades comunes pero diferenciadas", uno de los pilares del Acuerdo de París. En cuanto al sector privado, pidió a todas las empresas e inversores que alineen sus carteras con el Acuerdo de París y los Objetivos de Desarrollo Sostenible para 2024.
Aunque reconoció el importante reto al que se enfrentarán los líderes mundiales en Glasgow, declaró: "Miles de millones de personas de todo el mundo esperan que tomen las decisiones drásticas necesarias para aplicar finalmente el Acuerdo de París, impulsar significativamente la ambición climática y, en última instancia, sacar a la humanidad de su actual camino de destrucción".