Buenos Aires.- El presidente de Argentina, Alberto Fernández, propuso durante la cumbre virtual "Diálogo de alto nivel sobre acción climática en las Américas", que se use la emisión de los derechos especiales de giro (DEG) del Fondo Monetario Internacional (FMI) para un "gran pacto de solidaridad ambiental" que incluya esencialmente a países de bajos ingresos y de renta media.
"Y que sirva para extender los plazos para atender los pagos del endeudamiento y la aplicación de menores tasas, bajo las actuales circunstancias de estrés sanitario y ecológico", señaló el mandatario al pronunciar el discurso de apertura del acto, en el que participan, entre otros líderes y mandatarios latinoamericanos; el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, y el enviado especial para el Clima de los Estados Unidos, John Kerry.
Parafraseando al papa Francisco, Fernández consideró que "no hay una crisis ecológica ajena a la crisis social y ajena a las necesidades de replantear los pilares de la arquitectura financiera internacional", y vio necesario un "financiamiento y nuevas reglas e incentivos globales para que la transición sea justa".
"La riqueza en el mundo debe ser ponderada desde una nueva visión y no con una sensibilidad centrada en otras cosas que no sea el medio ambiente", aseveró, y agregó que hay que poner en valor los activos ambientales y pensar en métricas que vayan "más allá del crecimiento depredador y extractivista".
"No podemos medir el crecimiento del mundo con la misma vara de la era industrial contaminante. Necesitamos también identificar los avances en tecnologías limpias como bienes públicos globales, fortaleciendo un concepto de multilateralismo ambiental, con acuerdo de transferencia tecnológica para la adaptación tecnológica y una liberalización de patentes de estos bienes tan necesarios para impulsar la adaptación al cambio climático", afirmó.
Derechos especiales del FMI
En este contexto, apostó por que "las lecciones aprendidas" con las vacunas durante la pandemia de covid-19 se apliquen "a la siguiente pandemia que ya se padece, "la del cambio climático".
"Necesitamos aplicar la emisión de los derechos especiales de giro del FMI a un gran pacto de solidaridad ambiental que incluya esencialmente a países de bajos ingresos y de renta media", remarcó.
En marzo pasado, el FMI resolvió realizar una asignación general de DEG por el equivalente a 650 mil millones de dólares para reforzar la liquidez global afectada por la pandemia de covid-19, que reforzarán los activos de reserva de los 190 países miembros del Fondo.
"Admito que lo menciono desde la Argentina, un país particularmente afectado por el endeudamiento tóxico y depredador, pero también tiene sentido para el resto de países que han aumentado su exposición a la deuda durante la pandemia", enfatizó.
Para el presidente de Argentina -que negocia con el FMI la refinanciación de deudas por unos 44.000 millones de dólares-, es necesario impulsar "respuestas" más ágiles, transparentes y audaces: "necesitamos una justicia social ambiental, que es el nuevo nombre del desarrollo en nuestra región", señaló.
Para ello, entre otras propuestas, llamó a que los organismos regionales de desarrollo comprometan al menos el 50% de su cartera de prestamos a acciones ambientales y a repensar el sistema de calificación crediticia "para no castigar a los países vulnerables que ya afrontan las consecuencias del cambio climático".
"Necesitamos establecer los adecuados incentivos de mercado e impositivos para que la inversión privada se concentre en las prioridades ambientales con impacto social y en la construcción de una nueva economía circular que descarte definitivamente la política del descarte de la que siempre nos habla el papa".
"El sistema de gobernanza global hasta el momento no ha resultado ser eficaz para movilizar recursos hacia los países en desarrollo. Ni en cantidad suficiente ni en calidad suficiente", lamentó.
Antesala de la COP 26
El acto busca colaborar en el diseño de mecanismos innovadores que permitan una acción climática "efectiva" en el continente y promuevan una recuperación económica pospandemia de una manera sostenible y alineada con el Acuerdo de París.
Sirve de antesala de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP 26) que se realizará en Escocia del 31 de octubre al 12 de noviembre próximos.
"El reloj de la destrucción planetaria no se va a detener a menos que construyamos un nuevo paradigma de desarrollo, por eso es tan importante esta cumbre", argumentó el jefe de Estado argentino, que incidió en cómo su país ha decidido poner la política climática en el centro de sus prioridades.