Moscú.- El enviado especial de Estados Unidos para el Clima, John Kerry, consideró hoy que "hay espacio" para la cooperación entre Washington y Moscú en la lucha contra el cambio climático, lo que permitirá quizás generar otras oportunidades entre ambos países en medio de las tensas relaciones bilaterales.
Kerry, de visita en Moscú, dijo al inicio de su reunión con el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, que Estados Unidos agradece a Rusia la participación en la cumbre telemática de líderes organizada en abril por el presidente estadounidense, Joe Biden, y valora que "quiera dar ahora pasos adicionales" para reducir sus emisiones.
El presidente ruso, Vladímir Putin, dijo entonces que Rusia quiere reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en los próximos treinta años hasta niveles por debajo de los de la Unión Europea (UE), la cual se ha fijado como meta convertirse en climáticamente neutra en 2050 y lograr una reducción neta de emisiones de "al menos el 55%" para 2030.
"Y consideramos que hay espacio para que colaboremos en esto y quizás seamos capaces de generar algunas oportunidades mejores en otros temas a medida que avancemos" en la cooperación contra el cambio climático, señaló Kerry, quien recalcó: "obviamente nuestros países tienen algunas diferencias" en la relación.
Kerry subrayó que por ello la cumbre que celebraron Biden y el presidente de Rusia, Vladímir Putin, el mes pasado en Ginebra "fue constructiva e importante".
Lavrov consideró "muy importante y positiva" la visita del exsecretario de Estado, "a fin de aliviar las tensiones" y para "mantener un diálogo sustancial y profesional para encontrar un denominador común".
Kerry recalcó que ambos líderes han dejado claro que la clave es abordar el tema del cambio climático por separado porque es "demasiado importante y tenemos que avanzar juntos".
Estados Unidos es el segundo mayor emisor de gases de efecto invernadero del mundo y Rusia el cuarto, añadió Kerry, y ambos países se encuentran "en ese pequeño grupo de veinte naciones que representan aproximadamente al 80% de todas las emisiones".
"Entonces lo que decidamos hacer es esencial", enfatizó.
Señaló que actualmente el calentamiento global se sitúa en 1.2 grados centígrados y que el Acuerdo de París marca como objetivo evitar que se superen los 2 grados centígrados a finales de este siglo respecto a los niveles preindustriales y que se hagan todos los esfuerzos para no rebasar los 1,5 grados.
"Los científicos nos dicen que nos dirigimos a más de 2.5-3 grados", recalcó.
"Y Rusia, porque esta tan al norte y comparte el Ártico, experimenta más calor, sufre un mayor impacto en la tierra, en el agua, en el metano, en la tundra...", afirmó.
Mientras, Estados Unidos ha sufrido en los últimos días una ola de calor, habrá racionamientos de agua en diferentes lugares y "millones de personas en el mundo se trasladan de un lugar a otro por la inhabitabilidad, la cual empeorará", advirtió.
Expresó su esperanza en que sus reuniones en Moscú, que incluye un encuentro mañana con el representante especial del presidente de Rusia sobre clima, Ruslán Edelgueríev, sirvan de "comienzo de un nuevo esfuerzo de cara a la cumbre del clima de Glasgow" de otoño.
La COP26 "es realmente la última y mejor esperanza para que los países se unan y hagan lo que los científicos nos dijeron que hiciéramos", pues en 2018 afirmaban que quedarían doce años para tomar decisiones importantes que evitaran las peores consecuencias de la crisis climática.
"Hemos perdido tres años. Nos quedan nueve", advirtió.
Lavrov recalcó que Rusia seguirá buscando soluciones basadas en los objetivos nacionales y los del desarrollo socioeconómico y aseguró que el país dará "pasos activos" en esta materia, especialmente en plataformas internacionales.
Declaró que valora una cooperación estrecha con Estados Unidos en la lucha contra el cambio climático, sobre todo de cara a la COP26.