México.- Para poder encontrar una solución eficiente al calentamiento global debe avanzarse en la creación de un gran impuesto al carbono, que penalice todas aquellas actividades que se basen en el uso del carbón o el combustóleo, deforesten y generen grandes emisiones de gases de efecto invernadero, afirmó Gabriel Quadri de la Torre.
El excandidato presidencial por el Partido Verde, ex presidente del Instituto Nacional de Ecología, y ex director del Centro de Estudios del Sector Privado para el Desarrollo Sustentable del Consejo Coordinador Empresarial, participó como conferencista en el Octavo Congreso Internacional de Sustentabilidad, que se desarrolla en la Universidad Iberoamericana.
Quadri estimó que los principales causantes de la crisis ambiental en México son la agricultura, la pesca, el sector eléctrico y el transporte, al grado de que el 80 por ciento del consumo del agua es realizado por el sector agropecuario, que después vierte sus aguas residuales contaminadas con agroquímicos a los ríos y a los océanos.
Por su parte, la actividad pesquera destruye los manglares para favorecer la camaronicultura, con lo cual afecta en gran medida a la biodiversidad y a la resiliencia de las poblaciones costeras, a las cuales deja en condiciones de vulnerabilidad ante los efectos cada vez mayores del cambio climático.
La industria contribuye también fuertemente al deterioro ambiental al contaminar las aguas limpias y arrojar muchas veces sus aguas residuales sin tratar, además de contaminar el aire y generar grandes emisiones de gases de efecto invernadero, a lo cual se suma la industria eléctrica, que ha regresado al uso de carbón y combustóleo para generar electricidad, dejando de lado las energías limpias.
El economista manifestó que el sistema de precios e impuestos podría ayudar a combatir el cambio climático y el calentamiento global, al imponer un impuesto muy fuerte al carbono, con lo cual impulsaría la transformación, la reconversión tecnológica de las industrias.
“Sin embargo, se trata de una medida terriblemente impopular, que se atora en el cuello de botella que impide avanzar para resolver la problemática ambiental, como ya ha quedado demostrado con los casos de Francia, Ecuador y Chile, pero es necesario resaltar que los subsidios a las energías y a los combustibles solamente benefician a quienes más tienen”, aseveró.
Otro obstáculo para resolver la emergencia climática reside en la visión de largo plazo que utilizan los científicos para mostrar los escenarios catastrofistas que le esperan a la Humanidad si no actúa ahora, porque todo está referido a fin de siglo, a cien años, y los humanos no sabemos usar el largo plazo, “porque algo que va a suceder dentro de 80 ó cien años no nos interesa”.
Por otra parte, mencionó que toda la política ambiental de México debe basarse en los postulados constitucionales y, principalmente, en el Artículo 27, así como con los convenios internacionales que el país ha firmado y ratificado, entre los cuales destaca el Acuerdo de París.
Desafortunadamente, el mismo gobierno atropella constantemente su propia legislación y realiza obras de infraestructura sin cumplir con los lineamientos establecidos, como realizar los estudios o manifestaciones de impacto ambiental, con lo cual crea “cuellos de botella políticos e institucionales que frenan los cambios necesarios para frenar o resolver la crisis ambiental”.
El Gobierno tendría que utilizar la política fiscal como un elemento de sustentabilidad y, por ejemplo, "reducir el impuesto sobre la renta para instrumentar un fuerte impuesto al carbono, con lo cual forzaría a la reconversión industrial y al mayor uso de un transporte público que también deberá eficientarse”, concluyó.