México.- La industria agroalimentaria es el segundo generador de gases de efecto invernadero, sólo superada por la energética, por lo que México necesitaría invertir 126 mil millones de dólares en infraestructura y acciones contra el cambio climático si quiere cumplir sus compromisos con el Acuerdo de París, afirmó Alberto Lara, de los Fideicomisos Instituidos en Relación con la Agricultura (FIRA), del Banco de México.
Al intervenir en el “Día del Financiamiento Climático 2019”, mencionó que se trabaja con proyectos sustentables en cuatro áreas: agricultura protegida (invernaderos), forestal, energía solar y uso eficiente del agua.
El evento buscó facilitar el diálogo sobre asignación, acceso, gestión y movilización de financiamiento para la implementación de acciones climáticas en México, a fin de cumplir con el Acuerdo de París y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Gabriela Niño, de la agencia alemana Gesellschaft fur Internationale Zusammenarbeit (GIZ) México explicó que “el sistema financiero es básico para movilizar recursos para cumplir la agenda 2030 y enfrentar los impactos del cambio climático".
"La cooperación alemana para el desarrollo apoya con acompañamiento técnico en su enverdecimiento a fin de que sea factor para mitigar los riesgos físicos y de transición”, mencionó.
Claudio García, de Citibanamex, señaló por su parte que el cambio climático impacta a la agroecología, especialmente porque el sector agroalimentario es el que menos inversiones ha realizado para el proceso de mitigación.
Explicó que la actual forma de producción no será suficiente para producir la cantidad de alimentos que requiere el país, con una población cercana a los 125 millones de personas y que va en aumento. Entonces, reflexionó, "hay que invertir en infraestructura y en tecnología para hacer más eficiente al campo”.
Por su parte, Stevie Smyth, directora de Operaciones de Social Venture Xchange se mostró pesimista ante una realidad que nos demuestra que el cambio climático no es el futuro, sino el presente. “Ya no basta con producir cero emisiones o reducirlas”.
Es urgente que se produzca un cambio radical en los sistemas financieros, económicos y alimentarios, además de realizar inversiones que tengan verdaderos impactos en los objetivos que se pretenden, ya que si sólo se invierte en energía, como hasta ahora, no será suficiente.
Hay que valorar lo que está en los suelos y aliarse con las comunidades originarias para conservar la naturaleza, mediante el pago por servicios ambientales, créditos de regeneración del paisaje y de la agroalimentación, pero hay que tener muy presente el aspecto social, sobre todo si se instrumentan las consultas entre las poblaciones indígenas, alertó.
Dijo que debe tenerse especial cuidado en las inversiones en energía, porque además de consultar a los pueblos originarios hay que involucrarlos, de modo que realmente vean los beneficios que tienen por ceder parte de sus tierras. Hay que tener presente que las protestas que vemos en Suramérica están muy vinculadas con lo social.
El encuentro se realizó en el campus Santa Fe del Tecnológico de Monterrey por la Dirección de la Agenda 2030 de la Oficina de la Presidencia de la República, el Grupo de Financiamiento Climático para Latinoamérica y el Caribe (GFLAC), la agencia GIZ y Transparencia Mexicana.