Nueva York.- En una conferencia de energía celebrada ayer miércoles en Pittsburgh, Pensilvania, el presidente Donald Trump repitió que Estados Unidos se retirará del mecanismo al sostener su criticado argumento de que no castigará a la población con un mal negocio que “enriquece a los contaminadores extranjeros”.
Como lo ha hecho desde el 1 de junio de 2017, cuando anunció el retiro estadunidense del pacto sobre cambio climático, el mandatario defendió su decisión de eliminar regulaciones de la industria energética, de acuerdo con reportes de prensa de este jueves.
Señala que sus políticas pro combustibles fósiles han convertido a este país en una superpotencia energética.
Trump, quien minimiza los daños y consecuencias que suponen el cambio climático al asegurar que Estados Unidos está limpio de emisiones contaminantes, ha señalado que el Acuerdo de París perjudica la economía del país, con la pérdida de empleos y la producción económica disminuida en sectores clave.
Su discurso sobre el tema, parecido a los que hacía como candidato presidencial, confirma que el retiro estadunidense del Acuerdo de País sigue adelante y, de acuerdo con los reportes, estaría enviando la carta de notificación a Naciones Unidas (ONU) en noviembre y después esperar un año para su salida oficial.
La salida llevaría un año, tiempo que coincidiría con las elecciones presidenciales del 3 de noviembre de 2020.
El Acuerdo de París, adoptado en diciembre de 2015 por 195 países en la batalla contra el cambio climático, tiene por objetivo limitar el aumento de la temperatura global a 1.5 grados centígrados para finales de siglo, entre otros puntos.
Además, comprometió a Estados Unidos a reducir los gases de efecto invernadero hasta un 28 por ciento para 2025, en función de los niveles de 2005, pero Trump afirmó que si no podría mejorar ese acuerdo, se retiraría.
Asimismo prometió en su campaña a la Presidencia en 2016 que Estados Unidos saldría del mecanismo al que ingresó por iniciativa de su antecesor Barack Obama.