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México.- La movilización, convocada por Fridays For Future México, partió alrededor de las 14.00 horas del monumento Ángel de la Independencia rumbo al Zócalo capitalino al son de consignas como "Ni un grado más, ni una especie asesinada más" o "Queremos futuro, no hidrocarburo", entonadas en su mayoría por niños y jóvenes universitarios.
"Estamos pidiendo que ya declaren el cambio climático amenaza nacional. En el corto plazo queremos que paren el fracking (fractura hidráulica para extraer hidrocarburos) y que la (planeada) refinería de Dos Bocas, bye, no la queremos", dijo Nicole Brockman, vocera de Fridays For Future México.
La capital mexicana no fue la única que participó en el llamado en favor del planeta ya que otras ciudades, como Monterrey, Guadalajara y Puebla se sumaron, así como distintos países como Australia, India, Corea del Sur e Indonesia.
Algunas de las exigencias de las alrededor de 40 organizaciones de la sociedad civil que se unieron a la movilización son reducción en la emisión de gases de efecto invernadero al 50 por ciento en 2030 y que se eliminen las emisiones para 2050; enfoque de derechos humanos en las acciones climáticas; que las decisiones gubernamentales se tomen con base en la ciencia, y que se cumplan los compromisos del Acuerdo de París.
"La convocatoria de Greta Thunberg nos pareció una gran oportunidad para apoyar, pero nosotros somos más radicales porque pedimos dejar el petróleo bajo tierra", comentó Miguel Valencia, fundador de Ecomunidades.
Aseguró que "los Gobiernos son expertos en simulación, simulan que platican pero nada de eso sirve para frenar el desastre; abierta y desvergonzadamente anuncian que va a aumentar la extracción de petróleo".
La manifestación fue inspirada por la adolescente sueca Greta Thunberg, quien convocó a miles de estudiantes en todo el mundo para que salgan de clases y exijan a los Gobiernos que actúen de manera responsable para preservar el planeta y se tomen acciones que mantengan el calentamiento global por debajo del peligroso umbral de 1.5 grados.
"Estoy aquí para insistir en que el problema no nada más es el calentamiento global del planeta; también es la agroindustria, la sobrepoblación, la contaminación en aire, tierra, agua, y el tráfico de especies", contó Joel Enriques, investigador independiente.
Sin embargo, el caminar de la marcha se tornó incómodo para los activistas porque un colectivo anarquista se colocó al frente de los organizadores. Luego de un altercado y de que se fueran los anarquistas la marcha continuó pacíficamente.