Síguenos en @PortAmbiental
Ginebra.- La Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), Michelle Bachelet, indicó que “Las implicaciones humanas de los niveles proyectados actualmente del calentamiento global son catastróficas. Las tormentas están aumentando y las mareas podrían sumergir a naciones isleñas enteras y ciudades costeras”.
“En muchas naciones, los patrones climáticos caóticos y otras manifestaciones de nuestra emergencia ambiental ya están revirtiendo importantes ganancias de desarrollo; exacerbando el conflicto, el desplazamiento y la tensión social; obstaculizar el crecimiento económico; y modelando desigualdades cada vez más severas”, dijo.
La funcionaria apuntó que “el mundo nunca ha visto una amenaza a los derechos humanos de este alcance. Esta no es una situación en la que cualquier país, cualquier institución, cualquier formulador de políticas pueda mantenerse al margen”.
“Las economías de todas las naciones; el tejido institucional, político, social y cultural de cada Estado; y los derechos de toda su gente, y las generaciones futuras, se verán afectados”, puntualizó.
“Los incendios arrasan los bosques y el hielo se está derritiendo. Estamos quemando nuestro futuro”, señaló en su discurso de apertura del Consejo de Derechos Humanos.
Bachelet consideró que la emergencia climática impulsó un fuerte aumento del hambre mundial por primera vez en una década, de acuerdo con la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Aricultura (FAO).
Además, la Organización Mundial de la Salud (OMS) espera que el cambio climático cause unas 250 mil muertes adicionales por año entre 2030 y 2050, por desnutrición, malaria, diarrea y estrés por calor.
La funcionaria refirió que las oportunidades se están cerrando por que se necesitan “enfoques más reflexivos sobre nuestro uso de los recursos naturales y renovables; así como políticas que protegen y empoderan a las comunidades marginadas, incluidas diversas iniciativas de protección social”.
También “mejorar las estrategias de las empresas en sus cadenas de suministro pueden ser buenas para el medio ambiente y promover una mayor dignidad y derechos humanos”.
Consideró que la ACNUDH reconoce que "las obligaciones, estándares y principios de derechos humanos tienen el potencial de informar y fortalecer la formulación de políticas internacionales, regionales y nacionales en el área del cambio climático, promoviendo la coherencia política, la legitimidad y los resultados sostenibles".
Apuntó que debe ponerse atención en la participación de los defensores de los derechos humanos ambientales, los pueblos indígenas y los grupos de la sociedad civil que representan a las comunidades que están en mayor riesgo.
“La acción efectiva sobre el clima requiere llevar a los no comprometidos y no convencidos a un esfuerzo compartido, justo y verdaderamente internacional. Los derechos humanos pueden ayudar a galvanizar ese movimiento”, puntualizó.
Cada persona requiere un ambiente saludable, así como comida, agua o la libertad de pensamiento. “Todas las personas, en todas partes, deberían poder vivir en un entorno saludable y responsabilizar a quienes se interponen en su camino para lograrlo”, aseveró.