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Sidney.- “La realidad científica es que el cambio climático afecta la salud y el bienestar al aumentar las situaciones en las que se pueden transmitir enfermedades infecciosas y a través de fenómenos meteorológicos más extremos, en particular las olas de calor”, indicó el doctor Tony Bartone, presidente de AMA.
“El cambio climático causará una mayor mortalidad y morbilidad por el estrés por calor. Causará lesiones y mortalidad por eventos climáticos cada vez más severos y provocará aumentos en la transmisión de enfermedades”, puntualizó.
Además “causará inseguridad alimentaria como resultado de la disminución de la producción agrícola, así como una mayor incidencia de enfermedades mentales. Estos efectos ya se están observando en Australia”, precisó.
Explicó que por ello, AMA se ha unido a otras organizaciones de salud en todo el mundo, incluida la Asociación Médica Estadounidense, la Asociación Médica Británica y Médicos por el Medio Ambiente de Australia, para reconocer el cambio climático como una emergencia de salud.
Explicó que en su reunión de agosto en Canberra, el Consejo Federal de la AMA puntualizó que “el cambio climático es real y tendrá las primeras y más graves consecuencias para la salud de las poblaciones vulnerables de todo el mundo, incluidas Australia y la región del Pacífico”.
El Consejo apuntó que “el cambio climático es una emergencia de salud, con evidencia científica clara que indica graves impactos para nuestros pacientes y comunidades ahora y en el futuro”.
AMA se comprometió a trabajar con agencias gubernamentales y otras organizaciones para priorizar acciones en línea con la Declaración de posición de 2015 de la Asociación sobre el cambio climático y la salud humana.
Bartrone explicó que la AMA solicitó al gobierno australiano que adopte objetivos a fin de promover beneficios para la salud, también desarrollar una estrategia nacional, promover una transición activa de los combustibles fósiles a energías renovables y establecer una Unidad Nacional de Desarrollo Sostenible para reducir las emisiones de carbono en el sector de la salud.
En 2015, la Organización Mundial de la Salud (OMS) calificó el cambio climático como "la mayor amenaza para la salud mundial en el siglo XXI".
AMA estimó que en Australia las temperaturas más altas provocaron una mayor mortalidad en las ciudades de Sidney, Melbourne y Brisbane. "Se registraron pérdidas de productividad anuales estimadas por estrés por calor de 616 dólares por persona, además de dos mil 177 muertes por eventos climáticos extremos entre 1900 y 2017".
Dijo que se observó un aumento del 13.7 por ciento en la capacidad del Aedes aegypti, mosquito portador del dengue, para transmitir enfermedades a los humanos en Australia desde 1950 hasta 2016.
En junio de 2019, un grupo de 70 organizaciones de salud estadounidenses, incluidas la Asociación Médica Estadounidense y el Colegio Estadounidense de Médicos, reconocieron el cambio climático como una emergencia de salud y lanzaron un llamado para tomar acciones sobre clima, salud y equidad.
En julio pasado, la Asociación Médica Británica declaró una emergencia climática y se comprometió a hacer campaña por la neutralidad de carbono para 2030.