Sídney.- "El dióxido de carbono es la cosa más importante que debemos abordar y por eso hemos asumido el enfoque carbono cero neto", dijo Ardern en un comunicado al anunciar la iniciativa que enmienda la Ley Respuesta al Cambio Climático.
La dirigente laborista aclaró que se fijarán plazos distintos provisionales para la reducción de la emisión del metano por parte del sector agrícola, clave en la economía del país, en especial de sus exportaciones.
La propuesta establece como objetivo una reducción del 10 por ciento de las emisiones de metano biológico en 2030 y prevé una reducción provisional en un rango del 24 al 47 por ciento para el 2050.
"La agricultura es muy importante para Nueva Zelanda pero también tiene que ser parte de la solución", aseguró Ardern.
El comisionado parlamentario de Medio Ambiente, Simon Upton, indicó en un informe del año pasado que para prevenir el calentamiento global las emisiones de metano deberían reducirse aún más, entre un 10 y un 22 por ciento por debajo del nivel de 2016 en los próximos 30 años.
El proyecto de ley establece como "legalmente vinculante" el objetivo de evitar que el calentamiento global supere los 1.5 grados centígrados, y obliga al gobierno a apoyar a ciudades, negocios, agroganaderos y la comunidad indígena a adaptarse a los efectos del cambio climático.
La iniciativa fue recibida con reservas por parte de Greenpeace, cuyo director ejecutivo, Russel Norman, denunció que esta carece de capacidad para implementar los objetivos y no tiene los mecanismos para hacer responsables a las personas o entidades que los incumplan.
"Lo que tenemos es un proyecto de ley que es razonablemente ambicioso a la que le han sacado todos los dientes. Hay ladridos, pero no muerde", dijo Norman en un comunicado.
Nueva Zelanda se comprometió en el marco del Acuerdo de París a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 40 por ciento por debajo de los niveles de 2005 para el año 2030.