San Sebastián (España).- Pulgar-Vidal hizo esta reflexión en la conferencia internacional de cambio climático "Change the change", que se celebra en la ciudad española de San Sebastián (norte) y en la que participa junto a la Secretaria General Iberoamericana y exvicepresidenta de Costa Rica, Rebeca Grynspan, entre otros expertos de todo el mundo.
Durante su comparecencia, el experto peruano precisó que América Latina es una región "muy vulnerable" al cambio climático debido al retroceso de los glaciares, la sabanización del bosque tropical y al cambio de temperatura.
Unas circunstancias que, como dijo, afectan "no solo a grupos sociales sino también a actividades económicas" y a países que dependen de la pesca o cuentan con alta diversidad de cultivos nativos, en una región "políticamente fragmentada" que, a su entender, "puede hacer mucho más" en este ámbito "si es capaz de mostrar unidad".
Por ello, considera que, con motivo de la próxima celebración en Chile en 2020 de la conferencia sobre el cambio climático de las Naciones Unidas (COP 25), América Latina "debería hacer un esfuerzo importante para encontrar esa unidad y una propuesta que es fundamental para el mundo".
Pulgar-Vidal incidió también en el diferente origen de las emisiones que contribuyen al cambio climático producidas por algunos países desarrollados, en los que la "principal fuente" se vincula a una actividad económica o comercial, y las que se producen en Latinoamérica, donde son debidas en gran medida al "cambio de uso de suelo y la deforestación".
El suelo de estas áreas es muy frágil y por lo tanto la deforestación y la alteración de la tierra generan un proceso de desertificación que hace que esta población de inmediato migre y siga deforestando
Una emisiones que "no tienen como fuente una actividad económica sino la pobreza", ya que las producen las poblaciones que migran hacia las zonas boscosas buscando alternativas de vida y cultivos viables".
"Lamentablemente -precisó- el suelo de estas áreas es muy frágil y por lo tanto la deforestación y la alteración de la tierra generan un proceso de desertificación que hace que esta población de inmediato migre y siga deforestando".
"Si somos capaces de identificar estos problemas y esa fragmentación -política- y somos capaces de encontrar un lenguaje común, creo que América Latina tiene mucho que aportar para que la COP del año 2020 en Chile marque un "hito", recalcó.
Por su parte, Rebeca Grynspan opinó que si Latinoamérica "no acelerar el paso o mejora su coherencia y diseño de políticas va a sufrir grandes consecuencias" ante el cambio climático.
Grynspan, considerada una de los 50 intelectuales más influyentes de América Latina, recordó que, a pesar de los "esfuerzos de combate a la pobreza y la desigualdad" realizados a principios de siglo, Latinoamérica es "la región más desigual del mundo", motivo por el que es preciso poner "mucho más en el centro de la agenda política" la necesidad de "proteger a las poblaciones vulnerables y adaptarse a las consecuencias del cambio climático que ya ha sucedido".
La #Agenda2030 tiene de premisa principal la realidad de que no hay desarrollo que sea sostenible si no es trabajando al mismo tiempo en todas sus dimensiones: económica, política, social, cultural y medioambiental pic.twitter.com/oBhXz6GSOA
— Rebeca Grynspan (@RGrynspan) 7 de marzo de 2019
Explicó que este problema global "está afectando enormemente la economía, la sociedad y la política de la región latinoamericana, que es muy vulnerable al cambio climático" y que afecta especialmente a la población más humilde.
Y lamentó que los recursos invertidos hasta ahora "no solo para la mitigación" del cambio climático sino para la "adaptación" a sus consecuencias sean "muy exiguos".
"Nuestra adaptación es mala, nuestra planificación urbana es deficiente y por lo tanto las poblaciones vulnerables y los sectores más pobres de la sociedad están sumamente afectados por los desastres naturales que en realidad no son naturales, sino que son sociales, porque lo que hacen realmente es presentarnos el mapa de la desigualdad en la región latinoamericana", señaló.
No obstante reconoció que América Latina también es una región "comprometida" en la lucha contra el cambio climático ya que el 53 % de la energía que produce es de origen renovable, además de ser una zona que tiene "una gran responsabilidad" respecto a "todo el planeta" en términos de biodiversidad, tierra cultivable y fuentes de agua, lo que le lleva a ser "consciente" del cambio que tiene que llevar a cabo.