El cambio climático se ha vuelto una realidad innegable y urgente en todo el mundo. La Organización Meteorológica Mundial (OMM) advierte que la Tierra ha registrado los tres meses más calurosos de su historia y que el mes de agosto ha sido en conjunto 1.5ºC más cálido que la media preindustrial de 1850-1900.
Este aumento de temperatura global está causando estragos en nuestro planeta, con consecuencias que afectan a todos los aspectos de la vida en la Tierra.
Temperaturas globales en aumento
El Servicio de Cambio Climático Copérnico (C3S) de la Unión Europea ha informado que las temperaturas globales de la superficie del mar han alcanzado máximos sin precedentes por tercer mes consecutivo. Estos registros alarmantes indican una tendencia preocupante que debe abordarse de manera inmediata.
El aumento de las temperaturas tiene graves implicaciones para la vida en la Tierra, desde el derretimiento de los casquetes polares hasta eventos climáticos extremos más frecuentes y devastadores.
El hielo marino antártico se encuentra en su mínimo histórico para esta época del año, lo que subraya la urgencia de la situación. A medida que las capas de hielo continúan derritiéndose, se eleva el nivel del mar y se pone en peligro la biodiversidad marina y la vida de las comunidades costeras en todo el mundo.
Contaminación atmosférica: un asesino silencioso
Además de las preocupantes tendencias climáticas, la contaminación atmosférica se ha convertido en un problema global de salud pública. Según el Programa de la ONU para el Medio Ambiente (PNUMA), la contaminación atmosférica ya causa más de 6,7 millones de muertes prematuras al año. Este flagelo aumenta el riesgo de enfermedades cardíacas, pulmonares, accidentes cerebrovasculares, cáncer y otras afecciones graves.
Martina Otto, directora de la secretaría de la Coalición Clima y Aire Limpio de la OMM, identificó las principales fuentes humanas de contaminación atmosférica, que incluyen la generación de energía, el transporte, la industria, la calefacción y la cocina residenciales, la agricultura y la quema de residuos. Muchas de estas fuentes también emiten gases de efecto invernadero, lo que agrava aún más la crisis climática.
En la víspera del Día Internacional del Aire Limpio por un cielo azul, que se celebra cada 7 de septiembre, se destaca la importancia de abordar la contaminación atmosférica y sus devastadores efectos. El 99% de la población mundial respira aire insalubre, y es crucial tomar medidas urgentes para revertir esta tendencia.
Un llamado a la acción global
El Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, hizo un llamado urgente a los líderes mundiales para acelerar la búsqueda de soluciones climáticas. Advirtió que el aumento de las temperaturas exige medidas inmediatas y que aún podemos evitar lo peor del caos climático si actuamos con determinación.
La OMM y el C3S predicen que existe un 98% de probabilidades de que al menos uno de los próximos cinco años sea el más cálido jamás registrado, y un 66% de probabilidades de superar temporalmente los 1.5°C por encima de la media de 1850-1900 durante al menos uno de los cinco años. A pesar de esto, es fundamental comprender que esto no significa necesariamente que se supere permanentemente el límite de 1.5°C establecido en el Acuerdo de París, que se refiere a un calentamiento a largo plazo durante muchos años.
La situación climática actual es crítica y requiere una acción global coordinada e inmediata. El calentamiento global y la contaminación atmosférica amenazan la salud y el bienestar de la humanidad y el futuro de nuestro planeta.
Es responsabilidad de todos tomar medidas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, promover la energía limpia y adoptar prácticas sostenibles para mitigar estos riesgos y proteger el único hogar que tenemos: la Tierra.