Venecia, Italia.- La arquitecta catalana Olga Subirós denuncia el impacto de la contaminación del aire para concienciar a las sociedades de la necesidad de crear ciudades más sostenibles y saludables, en la XVII Bienal de Arquitectura de Venecia, que abrirá mañana al público hasta el 21 de noviembre.
Se trata de uno de los eventos colaterales organizados por esta exposición internacional, un proyecto que toma como caso de estudio la ciudad de Barcelona, una de las más contaminadas de Europa, para reflexionar sobre el aire como un bien común, del que depende la existencia del ser humano.
El espacio de la región española de Cataluña presenta una gran instalación multisensorial, organizada por el Institut Ramon Llull, que lleva por título "Air Aria Aire" y que aborda el papel que juega la arquitectura y el urbanismo en el contexto actual, afectado por la crisis climática y la crisis de salud pública.
La XVII Bienal de Arquitectura de Venecia lleva por título este año "How will we live together?" ("¿Cómo viviremos juntos?") y, aunque fue pensado antes de la pandemia (pues la Bienal tendría que haberse celebrado el pasado año, pero se suspendió para evitar aglomeraciones), es una pregunta que se puede intentar responder desde la óptica de la transformación que el coronavirus ha provocado en el mundo actual.
Subirós sostiene en el panel explicativo que numerosos estudios han vinculado la contaminación del aire con una mayor incidencia de casos covid-19 en zonas urbanas y por eso aprovecha esta idea para defender el derecho de las sociedades venideras a respirar aire limpio.
La crisis derivada de la pandemia puede ser una oportunidad para el mundo de la arquitectura para que adopte iniciativas de planificación urbana sostenible y saludable, apoyadas por un modelo interdisciplinario, colaborativo y participativo mediado por los datos.
La comisaria catalana observa cómo el problema de la contaminación es cada vez más creciente en las sociedades modernas y afecta directamente a las personas, y a partir de ahí propone la búsqueda constante de soluciones para crear ciudades más "verdes" y justas.
Para abordar estas cuestiones, el proyecto cuenta con la participación del estudio de arquitectura especializado en el análisis de datos 300 mil Km/s, que crea nuevas cartografías sobre la ciudad de Barcelona y la región de Cataluña a partir del análisis de información arquitectónica, urbanística y atmosférica.
Las cartografías elaboradas por 300 mil km/s incluyen datos del programa Copernicus de la Agencia Espacial Europea (ESA), pero también modelos numéricos de varios grupos de investigación públicos y privados de Cataluña.
Entre ellos CALIOPE- Urban, sistema operacional de pronóstico de la calidad del aire realizado por el Barcelona Supercomputing Center (BSC); el modelo predictivo de la empresa Lobelia; o los datos de las estaciones de la Red de Vigilancia y Previsión de la Contaminación Atmosférica del gobierno catalán.
El visitante que se acerque hasta este espacio caminará por un pasillo estrecho y de paredes blancas, rodeado de muestras de aire contaminado y envuelto en sonidos y juegos de imágenes, para que sea consciente del gran riesgo que supone la contaminación y el daño que genera a las ciudades.