Chetumal.- El Gobierno de Quintana Roo suspendió de manera temporal las quemas con fines agropecuarios en el estado, a partir del 25 de abril y hasta el 30 de junio próximo.
Además, se suspende la autorización de permisos y se aplaza la entrega de los previamente autorizados.
El secretario de Ecología y Medio Ambiente (SEMA), Alfredo Arellano Guillermo, explicó que con estas medidas se busca evitar la propagación del fuego a fin de resguardar la salud, la seguridad pública y prevenir el deterioro ecológico de las selvas.
Esto debido a las altas temperaturas, ausencia de lluvia y gran cantidad de combustibles naturales en el estado.
Para atender a la medida, señaló, los municipios del estado deberán presentar a la Dirección de Protección y Fomento Forestal de la Secretaría de Ecología y Medio Ambiente un listado de todos los permisos que se autorizaron para la temporada de incendios 2020, durante los 5 días inmediatos al 24 de abril, es decir, a la expedición del decreto.
Lo anterior para verificar la existencia de las medidas de seguridad necesarias y reprogramar sus actividades correspondientes.
A la par, el coordinador de Territorial del Programa Sembrando Vida, Adrián Flores Eredia, recordó que el uso del fuego está absolutamente prohibido en las parcelas del programa Sembrando Vida.
Advirtió que quienes incumplan con la circular emitida el 20 de abril pasado se harán acreedores a las sanciones correspondientes.
La dependencia aseguró que la Comisión Nacional Forestal (Conafor), Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), Secretaría de Marina (Semar), Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), y a la Coordinación Estatal de Protección Civil del Estado de Quintana Roo contribuirán a la disposición con los apoyos correspondientes.
Remarcó que la mayor parte de los incendios forestales suceden en los meses secos del año, principalmente de febrero a mayo, y nueve de cada diez incendios forestales en el país son causados por seres humanos.
El otro 1 por ciento, añadió, corresponde a fenómenos naturales como descargas eléctricas, caídas de rayos o erupciones volcánicas.
De ellos, casi la mitad se produce por actividades agropecuarias; mientras que otros son ocasionados intencionalmente, por quemas que se realizan en un contexto de conflicto entre personas o bien los turistas no apagan sus fogatas y cigarrillos; así como por cacería furtiva.
A ello, apuntó, se suman las alteraciones en los patrones de temperatura provocados por el cambio climático, en los que México no es la excepción, pues ahora produce ciclos más secos y cálidos.
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