De acuerdo con la Australian Heart Foundation, las enfermedades cardiovasculares son uno de los mayores problemas de salud de Australia, y mata a un ciudadano australiano cada 12 minutos, informó Air Quality News.
Dado que el impacto de la contaminación del aire en el corazón es cada vez mayor, investigadores de la Universidad de Sydney se propusieron realizar un estudio para comprender mejor el vínculo entre la contaminación del aire y los ataques cardíacos fuera del hospital.
Los investigadores optaron por utilizar datos de Japón debido a que tienen un control superior de la contaminación del aire y una mayor densidad de población.
Analizaron casi un cuarto de millón de casos de personas que ha sufrido un paro cardíaco y encontraron un vínculo claro entre los ataques cardíacos y los niveles más altos de contaminación del aire.
Según los datos, los investigadores encontraron que el riesgo de paro cardíaco aumenta en un 1-4 por ciento por cada aumento de 10 µg/m3 en PM2.5.
Hay alrededor de 15 mil casos paros cardíacos en Australia cada año y los investigadores plantearon la hipótesis de que si hay un aumento de 10 unidades en el promedio diario de PM2.5, podría provocar otros 600 ataques cardíacos.
El profesor Negishi afirmó que un paro cardíaco fuera del hospital es una emergencia médica importante, a nivel mundial menos de una de cada 10 personas sobrevive a un acontecimiento de esta naturaleza.
“Nuestro estudio respalda la evidencia de que no existe un nivel seguro de contaminación del aire, existe un mayor riesgo de paro cardíaco a pesar de que la calidad del aire en generalmente con los estándares”, advirtió.
Si la contaminación del aire empeora, que es una tendencia debido al incremento en el número de automóviles y a los incendios forestales, los impactos en la salud cardiovascular o las enfermedades respiratorias requerirán mayor atención médica.