México.- Las condiciones climáticas y las emisiones de carbono generan un depósito atmosférico que daña gravemente el patrimonio edificado, explicó el maestro Luis Miguel Urbina especialista de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
A través de la conferencia organizada por el Programa Universitario de Estudios sobre la Ciudad (PUEC), Urbina señaló que la acumulación de diversas partículas en el ambiente de las grandes ciudades son la causa de una mala calidad en el aire, que además provoca el deterioro gradual de esculturas, edificios, y monumentos que forman parte del acervo nacional.
El patrimonio edificado no solo contempla edificios estéticamente atractivos o históricos también comprende contextos urbanos que han sido reconocidos por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, (UNESCO, por sus siglas en inglés), refirió Urbina.
El daño sucede cuando los elementos en el aire se combinan y generan poderosos contaminantes que pueden depositarse en diversos ecosistemas como un lago, un bosque, o bien en edificaciones, precisó Urbina, candidato a doctorado por la UNAM.
Puntualizó que hay otros factores que impulsan el deterioro, tal es el caso del intemperismo; que se refiere a las condiciones gestadas por el clima, como la lluvia ácida, y algunos eventos naturales como la expulsión de ceniza de los volcanes.
Otro elemento que agrava la situación deviene de las emisiones de las grandes fábricas alrededor de las zonas conurbadas que a su vez tienen un impacto negativo sobre la salud humana, sentenció.
Por su parte, el doctor Mauricio Alberto Ángel Macías investigador de la Universidad Nacional de Colombia agregó que esta situación sirve para evidenciar la crisis medioambiental de nuestros días, puesto que, si estas partículas dañan monumentos, son prueba de que la mala calidad del aire también afecta a los humanos.
Ángel Macías, remarcó que el desarrollo las ciudades debe apoyarse de varias disciplinas que colaboren entre sí para dar solución a uno de los mayores problemas de salud pública, porque la contaminación ambiental origina varias enfermedades o bien puede intensificar algunas.
Los especialistas acordaron que la participación ciudadana debe exigir políticas públicas eficientes que comprendan la gravedad de la contaminación ambiental y exigir mejores condiciones para beneficiar la calidad del aire y la salud pública.