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Cuidar la atmósfera, labor prioritaria más allá de las emisiones vehiculares

Cuidar la atmósfera, labor prioritaria más allá de las emisiones vehiculares

Está comprobado que la contaminación atmosférica está identificada como una de las principales causas de muerte y de enfermedades crónicas. Durante los días en que la Ciudad de México, alcanzó altos niveles de contaminación, la colocaron casi a niveles que se registran en ciudades de países como la India o China, sobre todo por las altas concentraciones de partículas PM 10, PM 2.5 y otras provenientes del carbono negro.

México.- Tras las altos índices de contaminación que se registraron durante mayo pasado, México ya no solo se puede limitar a controlar sus emisiones ozono u óxidos de nitrógeno, sino que ahora debe endurecer sus acciones y extender sus alertas a una mayor gama de partículas que contaminan la atmósfera.

Así lo consideran diversos especialistas quienes a lo largo de los últimos días y en el marco del Día Mundial del Medio Ambiente, revelaron que hacer frente al cambio climático, ya no puede ser una simple labor de “buena voluntad”, sino una obligación integral donde ciudadanos y gobierno participen por igual.

Y en efecto, aunque las emisiones históricas alcanzadas el pasado 14 de mayo son menores a las que se registraban en la década de los 70, lo cierto es que hoy, la presencia de partículas como las PM 2.5, entre otras de tamaños micrométricos, han cobrado mayor importancia por los efectos que generan en la salud.

En ese sentido, la directora del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), Amparo Martínez Arroyo, destacó la importancia de contar con un Laboratorio de Referencia e Investigación que vigile los estándares bajo los que se llevan los monitoreos de la calidad del aire.

Nueve de cada 10 personas en el mundo (el 92 por ciento) respiran aire con altos niveles de contaminantes.

En entrevista con Notimex, la investigadora subrayó que hoy más que nunca está comprobado que la contaminación atmosférica está identificada como una de las principales causas de muerte y de enfermedades crónicas. “Por ello es importante conocer el aire que respiramos los mexicanos”.

En ese sentido, la Organización Mundial de la Salud (OMS) reveló en su estudio más reciente que nueve de cada 10 personas en el mundo (el 92 por ciento) “respiran aire con altos niveles de contaminantes”.

El mismo representante de la OPS/OMS en México, Cristian Morales, reveló el pasado 5 de junio que la exposición a dichos contaminantes ha sido la causa por la que hoy muchos habitantes del planeta presenten mayores problemas de salud.

Estas, dijo, son factores que favorecen el riesgo de infecciones respiratorias agudas, enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculres y cáncer de pulmón, y todo por la exposición a corto como largo plazo a los contaminantes del aire.

“La contaminación del aire ambiente por si sola provocó aproximadamente 4.2 millones de muertes en 2016, mientras que la contaminación del aire doméstico originada por la cocción de alimentos con combustibles y tecnologías contaminantes causó unos 3.8 millones de muertes en el mismo periodo”-- explicó Morales.

En ese sentido, destacó que en México 18 millones de personas todavía utilizan leña para cocinar, lo que tiene consecuencias negativas no solo para la salud humana, sino también para el planeta, al disminuir la superficie de bosques.

La Ciudad de México, alcanzó altos niveles de contaminación, la colocaron casi a niveles que se registran en ciudades de países como la India o China.

En ese sentido, la directora del INECC expuso que es por ello que realizar un monitoreo atmosférico ya no solo puede limitarse a la revisión de moléculas como el ozono o los óxidos de nitrógeno para declarar una contingencia ambiental, como se ha venido haciendo hasta ahora.

Recordó que durante los días en que la Ciudad de México, alcanzó altos niveles de contaminación, la colocaron casi a niveles que se registran en ciudades de países como la India o China, sobre todo por las altas concentraciones de partículas PM 10, PM 2.5 y otras provenientes del carbono negro.

Estas partículas, dijo, suelen ser muy visibles y “por ello esos días llegamos a ver una densa nata sobre la ciudad”. Pero la cosa no solo se limitó a un fenómeno visual, sino que también afectó en gran medida a la salud de los ciudadanos.

En ese sentido, la representante de la ONU Medio Ambiente en México, Dolores Barrientos Alemán, alertó sobre los riesgos que enfrentan las nuevas generaciones al no tener aire limpio para respirar.

“Estamos hablando de que sólo el 10 por ciento de la población del mundo respira un aire sin contaminaciónla niñez de hoy crecerá respirando aire contaminado, sus pulmones no se desarrollarán debidamente. También se disminuirá la capacidad de aprendizaje en los niños, lo que afectará la efectividad de la educación”.

Es por ello que hoy se hace indispensable recurrir e impulsar tecnologías limpias, que garanticen la calidad del aire, como la energía solar, la eólica, el transporte público híbrido o eléctrico, además de acciones complementarias como la reforestación y el manejo responsable de los residuos.

Al respecto, Martinez Arroyo apuntó que es por ello que las acciones para controlar y reducir las emisiones atmosféricas no deben limitarse a acciones en el parque vehicular, sino que implica también considerar una acción global en la que cada actividad del ser humano implique una menor emisión.

Recordó que gran parte de la contaminación registrada en mayo no solo vino de los coches, sino de incendios y quemas en los alrededores, por lo que para entender la magnitud de la contaminación atmosférica es importante hacer análisis regionales.

“Se tiene que tener por parte de la Federación una visión regional de cuáles son y que estados están teniendo interacción con otros y si es porque tienen Áreas Naturales Protegidas o tienen cinturones de producción agrícola o áreas industriales, para saber qué pasa con cada sitio.

En ese sentido, dijo, “la ciudad de México puede tener excelentes sistemas de monitoreo, pero ya vimos que al final la contaminación puede venir o de Tula, de una refinería, o de incendios que están fuera. Tenemos que tener un monitoreo mucho más amplio que es lo que también nos buscamos fomentar”.

Esto nos lleva a tener una conciencia más global, porque cada acción, por pequeña que sea genera efectos más allá de una zona geográfica, porque “al igual que el agua en los mares, la atmósfera no tiene fronteras”, subrayó.

Reveló que bajo esa visión de responsabilidad global, los nuevos Laboratorios de Referencia e Investigación, tienen la tarea de garantizar que el monitoreo de la calidad del aire en los estados, se realice bajo un mismo estándar.

Es por ello que la labor de estos laboratorios además de comparar las mediciones tomadas del aire, del agua, de las plantas y de los alimentos, debe consistir en garantizar que los equipos que se utilizan para ello operen de forma idéntica, “por ello son Laboratorios de Referencia”.

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