México cuenta con 40 estaciones de Gas Natural Vehicular (GNV), un tipo de combustible más amigable con el medio ambiente y hasta 50 por ciento más económico si se lo compara con la gasolina. Este gas natural es un combustible fósil alternativo, de origen orgánico y se cosecha principalmente en el Golfo de México, Tamaulipas y el norte del país.
Contiene 30 por ciento menos de dióxido de carbono, 65 por ciento de monóxido de carbono y 90 por ciento de óxidos nitrosos (NOx). Por ello, es considerado un combustible limpio, al no liberar azufre, partículas ni trazas de plomo o metales pesados.
Empresas mexicanas realizan la conversión a GNV con un costo de 35 mil a 40 pesos mexicanos. La colocación del equipo se realiza habitualmente en un día de trabajo y luego debe ser aprobado por una autoridad gubernamental para que pueda iniciar su circulación.
Tiene un mantenimiento similar al de un auto a combustible, es decir, se debe dar un mantenimiento cada 10 mil kilómetros, pero esto dependerá del tipo de vehículo y el uso del mismo.
Su uso en México es aún incipiente, aunque se perfila como candidato ideal para la movilidad, junto a tecnologías de autos eléctricos.
Asimismo, el uso de GNV supone beneficios: hasta 80 por ciento menos gases contaminantes como el monóxido de carbono que los automóviles impulsados por gasolina y cero emisiones de partículas de material (MP 10).
Asimismo, se contribuye en disminución de afectados a la sociedad por enfermedades respiratorias.
Enco GNV, empresa líder en servicio y suministro de Gas Natural Vehicular, apostó a la economía mexicana y medio ambiente al colocar a finales de marzo de 2019 la primera piedra para su segunda estación de servicio de gas natural para vehículos en Puebla, con una inversión de 59 millones de pesos. Ya cuenta con estaciones en Ciudad de México, Monterrey y Guadalajara.
La construcción de este nuevo espacio denominado "Parque Ecológico" estará lista en el primer semestre de 2019.
Según cifras a nivel mundial, el gas natural llega a atender el 10 por ciento del parque vehicular de los países donde es usado, esto debido a sus grandes bondades económicas y ecológicas.
En México se utiliza en 70 por ciento para el transporte público tipo taxi, 20 por ciento en vagonetas, autobuses y camiones y 10 por ciento en flotillas de empresas o de uso particular. En 2018 se convirtieron a GNV alrededor de 18 mil vehículos.
Por su parte, la emisión de gases, producto de la combustión de GNV, es prácticamente libre de olor y disminuye considerablemente la contaminación auditiva generada respecto a los motores convencionales.
En caso de fuga, el gas no contamina el suelo ni mantos freáticos; además por ser un gas noble, más ligero que el aire, no se acumula ni concentra atmósferas explosivas.
Un automóvil impulsado con GNV puede ahorrar más del 50 por ciento con respecto a los combustibles tradicionales entre cada recorrido y disminuye costos en cambios de aceite; es más seguro y confiable que otros combustibles.
También beneficia al medio ambiente al ser un tipo de combustible fósil más amigable.