Washington.- El informe Estado del Aire Global 2019 detalla en sus conclusiones principales que "los niveles actuales de contaminación del aire han reducido la esperanza de vida en un año y ocho meses de promedio en todo el mundo. Esto significa que un niño nacido hoy morirá 20 meses antes de lo que se esperaría en ausencia de contaminación del aire".
Los niños de países del sur de Asia, como India, Pakistán y Bangladesh, son los más vulnerables a estos altos niveles de contaminación.
Según el estudio, este es el quinto factor principal en mortalidad en todo el mundo, responsable de más muertes que el alcohol, la desnutrición y las drogas, por ejemplo.
Los investigadores afirmaron que la contaminación disminuye la esperanza de vida "casi tanto como el consumo de tabaco".
La creciente carga de enfermedades por la contaminación del aire se encuentra entre los principales desafíos que enfrentan los Gobiernos nacionales y los funcionarios de salud pública
En países de Asia y África el riesgo es especialmente elevado, los altos niveles de material que obstruye los pulmones, conocido como partículas en suspensión de menos de 2.5 micras (PM 2.5) y el uso de combustibles como el carbón derivan en una disminución drástica de la esperanza de vida.
"La creciente carga de enfermedades por la contaminación del aire se encuentra entre los principales desafíos que enfrentan los Gobiernos nacionales y los funcionarios de salud pública, con implicaciones de gran alcance para las economías nacionales y el bienestar humano", señala el documento.
Para estimar la esperanza media de vida, los investigadores calcularon la diferencia entre la esperanza de vida y la probabilidad de una persona de morir de diferentes enfermedades a ciertas edades.
El informe señala que una de las historias de éxito del año pasado fue China, pues a pesar de que aún tiene problemas graves de contaminación del aire, logro disminuir la cantidad de partículas de PM 2.5 debido a los nuevos controles "estrictos" del Gobierno.
Los resultados de la esperanza de vida que fueron presentados hoy se basan en el trabajo del profesor de la Universidad de Texas, Joshua Apte, que utilizó datos de 2016 del proyecto "Carga Global de la Enfermedad" (Global Burden Disease).