CDMX.- Diego Segura Gómez afirmó que el 99 por ciento de los incendios forestales son originados por causas humanas, como aventar la colilla de un cigarro, por una fogata mal apagada e incluso por el efecto lupa, de ahí que recomendó no tirar basura, pedazos de vidrio o espejos.
“Es muy raro el incendio que se genera por el efecto lupa, pero puede llegar a darse. Prácticamente por cuestiones naturales no tenemos registrado ningún incendio, estos pueden ser generados por un rayo o trueno, erupciones volcánicas, por mencionar algunas”, resaltó.
“Hay un programa de manejo que nos define qué actividades podemos hacer y una zonificación de dónde podemos hacer ciertas actividades. Si se hacen algunas fogatas hay que asegurarse que el fuego está completamente extinto, muchas veces aparentemente está apagado, pero quedan cabezas que vuelan en el aire y reavivan el fuego. Lo recomendable es que no hagan fogatas y en el último caso que las apaguen con tierra a la fogata, además de no dejar basura en las áreas forestales”, puntualizó.
A pesar de que las condiciones climatológicas de este año han sido adversas, Segura Gómez, dijo que los incendios forestales han disminuido hasta en 50 por ciento. “Con respecto al histórico de los últimos cinco años, vamos en un 50 por ciento abajo. Aún y cuando las condiciones climatológicas de este año han sido adversas, prácticamente en enero no registramos precipitación –de hecho, febrero fue uno de los meses más secos del año-, con eso hemos estado por debajo de las estadísticas. De los últimos 15 años, casi estamos a la mitad en comparativa con los últimos cinco años”, precisó.
Del 1 de enero al 21 de marzo de 2019, la Dirección General de la Comisión de Recursos Naturales y Desarrollo Rural (CORENADR) ha atendido 302 incendios, de los cuales 175 fueron forestales y 127 no forestales, como parte del “Programa Anual de Prevención y Combate de Incendios Forestales para el Suelo de Conservación de la Ciudad de México 2019”.
El funcionario capitalino señaló que la temporada de incendios inicia desde el mes de octubre al mes de mayo del año siguiente. Durante los meses previos a la temporada de incendios se llevan a cabo labores de prevención que consisten en limpieza de brechas cortafuego, chaponeo, así como reducir material combustible.
El director responsable de conservar las 45 mil hectáreas de áreas forestales en la Ciudad de México refirió que el fuego ha provocado la quema de pastizal y hojarasca. La ventaja, dijo, es que cuando se presente la temporada de lluvias en estas zonas donde se haya afectado arbolado, se llevará a cabo trabajos de restauración con el personal que tiene la CORENADR y con los dueños de los recursos forestales.
“Nuestro ámbito de trabajo es lo que está señalado en el Programa General de Ordenamiento Ecológico de la Ciudad de México que incluye algunas zonas agroforestales, tierras agrícolas y, en algunas de las ocasiones, casi el 45 por ciento de nuestras salidas se da en zonas agrícolas. A lo mejor empiezan con alguna quema agrícola o un incendio que empieza en la interfaz agrícola forestal y son atendidos por nuestras brigadas para evitar que se afecte la parte arbórea”, mencionó Diego Segura.
Dijo que año con año se tiene un registro de incendios forestales que afectan el equilibrio propio del ecosistema. “Un bosque no sólo lo conforman los árboles, un bosque lo conforman árboles, arbustos, hierbas, fauna, el suelo. Con la presencia sistemática de que cada año se queme el equilibrio se va modificando”, agregó.