Con el objetivo de proteger la biodiversidad, aumentar la resiliencia al cambio climático y crear alternativas económicas positivas para la población y la naturaleza, hoy el Gobierno Nacional de Ecuador declaró el segundo Corredor de Conectividad Llanganates - Sangay (CELS), una estrategia de conservación liderada por el Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica, los Gobiernos Autónomos Descentralizados de Pastaza, Tungurahua y Morona Santiago, con la asistencia técnica del Fondo Mundial para la Naturaleza – WWF, el apoyo de Fundación Hempel de Dinamarca y la Cooperación Belga para el Desarrollo.
El nuevo Corredor conecta a dos áreas protegidas, el Parque Nacional Llanganates y el Parque Nacional Sangay y tiene una superficie de 92 mil 148 hectáreas. Está ubicado entre la cordillera de los andes y la cuenca amazónica, conocida como Piedemonte Andino-Amazónico, es un punto estratégico de importancia biológica de la región con una alta densidad de especies únicas y cuencas hidrográficas
Para Gustavo Manrique, ministro del Ambiente, Agua y Transición Ecológica, “los esfuerzos de conservación del Gobierno Nacional se consolidan en esta importante acción. En este territorio habitan 285 especies de mamíferos y reptiles, de los cuales no se encuentran en otros lados del mundo, además en los últimos meses, se han descrito 40 nuevas especies incorporadas a la ciencia, pues este corredor es un gran laboratorio vivo. El área ofrece todo lo que necesitan para asegurar su sobrevivencia a largo plazo, lo que a su vez significa salud para los bosques, ecosistemas y una alta diversidad biológica”.
Por su parte, Tarsicio Granizo, director de WWF en Ecuador, señaló que “sin el esfuerzo de investigación y colaboración conjunta, habría sido imposible tener la información científica, técnica y la suma de voluntades para generar este corredor. Celebramos las acciones pertinentes para su gestión ordenada y sostenible, entre ellas, promover de manera permanente alternativas económicas que sean positivas para las personas y la naturaleza”.
El CELS es un paso natural que conecta el páramo con la selva. Este espacio de tierra, montañas y ríos alberga un sinnúmero de aves, mamíferos, anfibios, reptiles, invertebrados, peces, flores y es el hogar de especies emblemáticas como el tapir de montaña, oso andino, jaguar y el puma.
Durante el 2022, en este territorio se describieron al menos tres nuevas especies de ranas que no se conocían y más de 50 especies de orquídeas únicas en el mundo, además se identificó 651 especies de aves. Por tal motivo, este corredor ha sido reconocido como Área Especial de Conservación.
“Para nosotros como ciudadanía, este es un logro que nos llena de dicha. En el año 2000 arrancamos con esta iniciativa, al darnos cuenta de que vivíamos en una zona altamente biodiversa, de que las especies necesitaban conectarse de forma libre y segura alrededor de la cuenca del Pastaza. Esta idea, nos robó el corazón, y por eso no hemos descuidado ningún esfuerzo, convencidos de que llegaría este día”, señaló Paul Malo Pozo, parte de la Red de Amigos del Corredor Llanganates Sangay.
Con la declaratoria de un corredor de conectividad se consolidan territorios vivos, conservados, diversos, ordenados y capaces de asegurar la vida, el bienestar de la gente y de los ecosistemas a lo largo del tiempo. Su importancia radica en la posibilidad que tienen de aportar criterios de conectividad al ordenamiento territorial, el establecimiento de áreas específicas y planes de manejo para la conservación y actividades productivas en la zona que contribuye a un desarrollo sostenible e inclusivo.
La consolidación de esta estrategia de conservación se debe a un proceso de participación articulado y sostenido, desde el 2020, entre esta cartera de Estado y varios actores en territorio, dentro de los que se incluyen Gobiernos Autónomos Descentralizados Provinciales y Municipales, Universidades, instituciones, organizaciones de conservación y empresas públicas y privadas, comunidades y otras que manifestaron su interés y apoyo.