De acuerdo con un nuevo informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y sus asociados, la protección de los animales, las plantas, los hongos y los microorganismos que crecen en los bosques debe convertirse en un objetivo fundamental de la gestión forestal sostenible en todo el mundo.
Los bosques albergan la mayor parte de la biodiversidad terrestre del mundo, si bien tanto los bosques como su biodiversidad siguen perdiéndose a un ritmo alarmante.
La deforestación es el principal factor que impulsa la pérdida de la valiosa biodiversidad al provocar la pérdida de alrededor de 10 millones de hectáreas cada año, sobre todo para fines de expansión agrícola. Otras amenazas incluyen la sobreexplotación de los recursos madereros, las especies invasivas, el cambio climático, la desertificación y los fuegos forestales.
“La conservación de la biodiversidad del mundo depende enormemente de la forma en que interactuamos con los bosques del mundo y los utilizamos”, declaró la Sra. Tiina Vähänen, Directora Adjunta de la División de Actividad Forestal de la FAO, en relación con el informe Mainstreaming Biodiversity in Forestry (Integración de la biodiversidad en el sector forestal).
Los bosques del mundo son el hábitat de aproximadamente el 80%, 75% y 68% de las especies de anfibios, aves y mamíferos, respectivamente. Además, alrededor del 60 % de todas las plantas vasculares se encuentran en los bosques tropicales.
Se reconoce ampliamente la importancia decisiva de la gestión forestal sostenible para detener la deforestación y la degradación de los bosques, así como la consiguiente disminución del suministro de servicios ecosistémicos.
Sin embargo, según el informe, aún queda mucho por hacer para asegurarse de que la conservación y la utilización sostenible de la biodiversidad estén incorporadas en todos los niveles de la gestión forestal.
En el informe se evalúan instrumentos y métodos para velar por que la conservación y la utilización sostenible de la biodiversidad se integren en las políticas, las estrategias y la gestión forestales.
A través de una serie de estudios de casos de Etiopía, Finlandia, Japón, Malasia, México, Perú, Reino Unido y República Democrática del Congo, se analizan las enseñanzas extraídas y se determinan buenas prácticas.
En el informe se recomiendan diversas medidas y actividades que los gobiernos y los asociados en el desarrollo pueden llevar a cabo para facilitar la integración de la biodiversidad en la gestión forestal, a saber:
- Detener y revertir la deforestación.
- Luchar contra las actividades forestales ilegales y no reglamentadas.
- Reconocer los derechos de tenencia de los bosques de los pueblos indígenas y las comunidades locales.
- Prevenir la conversión de los bosques naturales en plantaciones forestales monoespecíficas.
- Garantizar la gestión sostenible de las especies recolectadas.
- Gestionar y controlar las especies invasivas y superabundantes.
- Aprovechar el impulso mundial en materia de restauración para fomentar la conservación de la biodiversidad.
- Adoptar una perspectiva multisectorial.
- Ofrecer incentivos económicos.
- Facilitar instrumentos basados en el mercado.
- Invertir en el desarrollo de conocimientos y capacidades.
“Esperamos que la abundante información y recomendaciones presentadas en este estudio inspiren la adopción de medidas por parte de las personas que se dedican a la gestión y conservación forestales”, señaló el Sr. Kenichi Shono, Oficial forestal de la FAO, quien brindó apoyo a la preparación del informe.