México.- La presencia de murciélagos de nariz larga (Choeronycteris mexicana) en el Zoológico de Chapultepec, fue documentada recientemente por expertos del Instituto de Ecología (IE) la UNAM.
Rodrigo Antonio Medellín Legorreta, investigador del Laboratorio de Ecología y Conservación de Vertebrados Terrestres de dicha entidad académica, explicó que si bien se han acreditado más de 20 especies habitando cerca de la Ciudad de México, es curioso que los de nariz larga se localizaran tan adentro de la urbe.
Este hallazgo en Chapultepec es fascinante porque indica que los murciélagos han podido penetrar mucho más a la mancha urbana de lo que hubiéramos pensado
“Este hallazgo en Chapultepec es fascinante porque indica que los murciélagos han podido penetrar mucho más a la mancha urbana de lo que hubiéramos pensado. Ya el año pasado un par de mis alumnos encontraron en un agave floreciendo, en Tlalpan y Viaducto Piedad, y ahí detectaron murciélagos polinívoros”, relató el experto.
En 1994 esta especie fue incluida en la Norma Oficial Mexicana como amenazada, igualmente los murciélagos magueyeros, los cuales, mediante un programa de rescate, se logró recuperarlos.
Del murciélago trompudo se conoce poco, su distribución es amplia porque va del sur de Estados Unidos a casi todo México, sobre todo en las regiones subtropicales y llega hasta Guatemala, El Salvador y un parte de Nicaragua, precisó el ganador del Premio Whitley a la Conservación de la Naturaleza.
“Sabemos que se alimenta del néctar y polen de las flores, parece ser migratorio porque de repente aparece y desaparece de zonas en particular, pero no sabemos a qué corresponden sus movimientos; sus colonias son muy chiquitas, de una docena o dos, entonces este proyecto nos da oportunidad de aprender más sobre la especie y cómo ayudarla”, explicó.
El también profesor de la Universidad de Columbia relató que los murciélagos de nariz larga también han sido avistados en el Jardín Botánico de la UNAM donde hay agaves y cactus floreciendo, así como cazahuates.
El reciente avistamiento de los murciélagos se dio en los cactus columnares que crecen en el hábitat de la hiena café dentro del Zoológico de Chapultepec.
Tras su pista
Tras recibir apoyo de los titulares del zoológico, los expertos colocaron cámaras trampa en el zoológico de Chapultepec, las cuales revelaron la presencia de los mamíferos. Y entonces se preguntó el investigador universitario: ¿cómo encontraron esos cactus en medio de la Ciudad?
Por ello, cuando la pandemia lo permita iniciará un proyecto de investigación que revisará mensualmente su presencia en los jardines botánicos de la UNAM y de la Ciudad de México; así como en los zoológicos de Chapultepec, Aragón y de los Coyotes.
Al abundar sobre la investigación, dijo: “En esos cinco lugares haremos monitoreos para ver cuándo llegan los murciélagos, cuándo se van, cuánto alimento tienen disponible, si hay agaves floreciendo, si hay cactus floreciendo, si hay cazahuates floreciendo, que son las plantas que les dan de comer”.
El proyecto, estima Medellín Legorreta, permitirá aprender más sobre la biología de esta especie, las necesidades para su conservación y cómo ayudarla para que se recupere y se retire de la lista de especies en riesgo.
Los murciélagos cumplen un papel importante en la naturaleza, destacó, porque en su mayoría comen insectos (polillas, mosquitos, palomillas, escarabajos, chinches, etcétera), su presencia elimina plagas y es un servicio que debe ser reconocido.
Algunos se alimentan de tejocotes, capulines y frutos naturales en los ecosistemas de la ciudad, lo que permite la distribución de las semillas; otros del néctar de las flores que favorecen el crecimiento y florecimiento del tequila, mezcal y los agaves en general.
Ciencia ciudadana
Medellín Legorreta refirió además el plan para invitar a la sociedad –una vez que las condiciones sanitarias lo permitan– a participar en los proyectos de ciencia ciudadana, con el objetivo de que instalen comederos de colibríes y plantas amigables con los polinizadores, ya que también estos lugares son visitados por murciélagos e insectos que ayudan a la biodiversidad.
“Pueden marcar en qué nivel quedó el comedero en la noche y dónde está en la mañana, si bajó mucho tienen murciélagos y que nos lo reporten. Tenemos mucho qué hacer, es una actividad bonita, que involucra a la familia, pónganle atención a su jardín”, enfatizó.