Ginebra.- La nueva guía “Mitigar los impactos de los eventos deportivos en la biodiversidad” publicada por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), en colaboración con el Comité Olímpico Internacional (COI), ofrece consejos a los organizadores de eventos deportivos sobre cómo reducir el impacto en la biodiversidad y promover su conservación en todas las fases de la planificación.
“Un ambiente saludable es esencial para eventos deportivos exitosos como lo es para la sociedad en general. Sabemos que podemos disfrutar del deporte y celebrar a los atletas mientras gestionamos los impactos ambientales de estos eventos”, señaló la directora general interina de la UICN, Grethel Aguilar.
“La guía muestra cómo los eventos deportivos pueden terminar en un beneficio mutuo para las personas y la naturaleza si se planifican, diseñan y ejecutan con objetivos de conservación en mente”, declaró.
La guía menciona que los eventos deportivos pueden beneficiar al medio ambiente al aumentar la conciencia pública sobre el valor de la naturaleza y al atraer a algunos de los mayores públicos, crean una oportunidad para dar un buen ejemplo, mostrar las mejores prácticas y alentar a las personas a apoyar la conservación.
“Es nuestra responsabilidad reducir el impacto en la naturaleza, pero también utilizar el poder del deporte para promover activamente su protección”, afirmó el director general del COI, Christophe de Kepper.
“Esta guía es el resultado de nuestra colaboración continua con la UICN y muestra claramente qué se puede hacer; destaca el papel crucial que los organizadores de eventos pueden desempeñar para proteger la biodiversidad y, al hacerlo, proteger el futuro del deporte”, agregó.
Según la guía, los gobiernos, los reguladores y los propios atletas reconocen cada vez más que los eventos deportivos deben llevarse a cabo de manera ambientalmente responsable.
La guía proporciona un enfoque paso a paso a lo largo de las diferentes etapas del ciclo de vida del evento deportivo, desde el concepto y la planificación estratégica hasta la entrega del evento, que ayudará a reducir los riesgos para la naturaleza.
Algunas de las acciones incluyen realizar evaluaciones de impacto sobre la biodiversidad; asegurar que los sistemas de iluminación y sonido del evento no perturben la vida silvestre en peligro cerca de los eventos; erigir barreras para garantizar que los espectadores no perturben los ecosistemas frágiles; tomar medidas para detener la propagación de especies invasoras, y adoptar buenas prácticas de administración en el sitio.
Varios eventos deportivos ya están adoptando buenas prácticas para reducir su huella ambiental y proteger la biodiversidad.
La Royal Yachting Association, del Reino Unido, sumó fuerzas con organizaciones benéficas de conservación en 2016 para apoyar la iniciativa "check-clean-dry", que asesora a los navegantes sobre cómo prevenir la propagación de especies invasoras. Se revisa el equipo deportivo en busca de lodo, plantas o animales que se deben quitar y dejar en el sitio original.
Los juegos de la Commonwealth de Gold Coast 2018, en Australia, que atrajeron a aproximadamente 1.2 millones de espectadores con boleto pagado y más de seis mil 600 atletas, vieron a 15 mil voluntarios y mil 400 trabajadores y contratistas entrenados para recolectar y reciclar basura.
También se alentó a los espectadores a traer sus propias botellas de agua reutilizables y se proporcionaron puntos de agua potable gratuitos en el lugar.
El Comité Organizador de Londres 2012 enfrentó algunos desafíos difíciles relacionados con la carrera de ciclismo en ruta, entre ellos el riesgo de que un gran número de espectadores pisotearan hábitats ricos en especies.
El desafío se superó gracias a encuestas ecológicas detalladas llevadas a cabo a través del compromiso con organizaciones locales y estatutarias de conservación de la naturaleza. La información ayudó a definir áreas específicas para los espectadores, las cuales fueron marcadas y ordenadas.
La organización deportiva ha colocado la sostenibilidad en el centro de su programa de reforma de la Agenda Olímpica 2020 y está apoyando al movimiento olímpico y a la comunidad deportiva en general para abordar algunos de los desafíos más críticos del mundo, como el cambio climático y la pérdida de biodiversidad.
Esta es la tercera guía producida por la UICN como parte de un acuerdo de colaboración con el COI. La primera examinó los vínculos generales entre el deporte y la biodiversidad, mientras la segunda se centró en minimizar el impacto ambiental de los nuevos lugares deportivos.
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