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Berlín.- En un comunicado, el zoológico de Berlín revela que tras varios intentos la semana pasada, el experto del Instituto Leibniz para la Investigación Zoológica y de la Vida Salvaje, Thomas Hildebrandt, logró finalmente hoy realizar la ultrasonografía a la osa panda, de seis años y 92 kilogramos, y oír los fuertes latidos de un pequeño corazón.
Con unos trozos de manzana, galletas y agua con miel, los cuidadores consiguieron convencer a la osa de echarse unos minutos boca arriba para la prueba.
"Estamos muy contentos con esta noticia. En el caso de especies amenazas, como los pandas, toda descendencia es un gran regalo", declaró el director del zoológico, Andreas Knieriem.
Los resultados de los análisis hormonales, el comportamiento de Meng Meng y el tamaño del cachorro apuntan a que el nacimiento tendrá lugar en las próximas dos semanas.
Los cachorros panda nacen tras entre cuatro y seis meses de gestación, con muy poco pelo, ciegos, y con un peso de entre 90 y 130 gramos.
Los expertos chinos y el equipo del zoo de Berlín están preparados para cualquier eventualidad, asegura el parque.
Meng Meng está siendo vigilada las 24 horas del día por cuidadores, voluntarios, biólogos y los expertos chinos, desde el pasado fin de semana se llevan a cabo incluso turno de noche.
"Mantenemos la distancia y estamos preparados para intervenir, aunque sólo lo haremos si es necesario", precisó Knieriem.
Mientras Meng Meng pasa las últimas semanas de su embarazo protegida de las miradas de los visitantes, el padre, Jiao Qing, continúa a la vista del público.
Una camada de osos panda consta normalmente de uno o dos, raramente incluso de tres oseznos.
Aunque esta ecografía realizada con éxito ha permitido escuchar los latidos de un osezno, todavía existe la posibilidad de que Meng Meng dé a luz a más de un cachorro.
Meng Meng llegó al zoo de Berlín junto al macho Jiao Qing, de 9 años, en junio de 2017, como parte de la diplomacia del panda que practica el Gobierno chino, durante una visita del presidente chino, Xi Jinping, a Alemania.
Así, Pekín es el propietario de los animales, que están "cedidos" a los zoológicos.
La institución indicó entonces que había dedicado 9 millones de euros a acondicionar el habitáculo para estos osos, además de abonar anualmente un millón de dólares (890 mil 100 euros) a un proyecto chino de conservación de estos animales, como parte del acuerdo con China.