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Ciudad de México.- Desde el albergue de la primera familia de hienas que habita en Chapultepec, la doctora Marina Robles García, titular de Sedema, resaltó el trabajo que están haciendo los zoológicos de la Ciudad de México para la conservación de las especies.
“Las hienas moteadas, si bien no son organismos que se encuentran registrados en peligro de extinción, en realidad sus poblaciones están bien en las Áreas Naturales que existen, pero fuera de ésas sus poblaciones sí han ido decreciendo por el avance de las distintas actividades humanas o incluso la cacería furtiva”, precisó Robles García.
Durante la presentación de los cachorros se realizó una votación para decidir su nombre. Niñas y niños, junto con sus padres decidieron nombrar a las hienas bebés Makena (que significa “la que es feliz”) y Omondi (que quiere decir “nacido durante el amanecer”).
Makena y Omondi nacieron el 10 de abril de este año, después de un periodo de gestación de 110 días. En su primer examen médico quedó registrado que las bebés hienas pesaron 9 y 8.5 kilogramos. Son ejemplares que se desarrollan con rapidez, nacen con los ojos abiertos y desde la primera semana de edad pueden llegar a comer carne que es regurgitada por la madre.
Fernando Gual Sill, director General de Zoológicos y Conservación de la Fauna Silvestre, comentó que las hienas, hijas del macho Cocun y la hembra Kazaam quienes se reprodujeron por primera vez, se encuentran en buen estado de salud.
“Gracias a los zoológicos se ha logrado alejar de la extinción a una cuarta parte de todos los animales que hemos logrado mejorar su situación en cuanto a conservación, como el Lobo Mexicano, el Cóndor de California, el Teporingo, el Ajolote. Una cuarta parte es gracias a los zoológicos. No es la única herramienta de conservación, pero si es una herramienta de las más importantes, sin las cuales muchos de estos animales ya estaría extintos”, sostuvo.