Guatemala.- Con motivo del Día Mundial de las Aves Migratorias, que se conmemora cada 11 de mayo para concienciar a la población sobre la conservación de las aves migratorias y sus hábitats, el ente estatal anunció que realiza diversas actividades enfocadas a la educación y conservación de estas especies.
Las aves migratorias vuelan largas distancias con el fin de encontrar áreas con una mayor disponibilidad de recursos durante el invierno.
Como regla general, las aves migran desde Norteamérica y el Ártico hacia áreas más cálidas, como Centroamérica y Suramérica durante el invierno y una vez finalizada esta época las aves migran de regreso a Norteamérica para reproducirse durante el verano.
Las aves, explicó el Consejo de Áreas Protegidas, aprovechan los días más largos del verano en el norte para alimentar a sus crías y al acortarse el tiempo de luz en el norte migran hacia el sur, en donde las condiciones climáticas y la disponibilidad de alimento varían poco entre estaciones.
Debido a la posición geográfica de Guatemala, existen algunas especies de aves que únicamente pasan por el país para llegar a sus sitios de invernada en Suramérica; sin embargo, "muchas otras se quedan en los bosques de Guatemala debido a que poseen las condiciones idóneas para su estadía".
Las Áreas Protegidas, especialmente, proveen de hábitats que son esenciales para el mantenimiento de aves migratorias que requieren de zonas poco perturbadas para realizar sus actividades de forrajeo, como playas y bosques de manglar, hasta el bosque seco, bosques de montaña y bosques latifoliados.
"Si bien la migración representa en muchas ocasiones un riesgo para las aves, son pocas las que verdaderamente son afectadas por eventos naturales, pero las actividades humanas son las que representan la mayor fuente de amenazas para las aves", advirtió el ente estatal.
Entre ellas destacó la pérdida de hábitat debido a la explotación y contaminación causadas por el establecimiento de asentamientos humanos, el cambio de uso de suelo hacia monocultivos y pastizales, o las líneas eléctricas de alto voltaje y turbinas eólicas.
Es por ello, que pidió a la población que en caso de observar que un ave necesita asistencia llamen "inmediatamente" a las autoridades correspondientes.
Se estima que en el mundo hay 10 mil especies, mil en peligro de extinción y mil 800 son migratorias que hacen estos recorridos cada año, y un total de 50 millones de aves cada año