Lima.- Esta especie de serpiente ha sido bautizada como "Bothrops sonene", en honor al río Heath que atraviesa esta reserva natural y que en la lengua indígena ese'eja se llama Sonene.
La serpiente ha sido registrada solo en el sector de Pampas del Heath, al interior del mismo parque nacional, por lo que es endémica de la zona de sabana de la región amazónica Madre de Dios, que limita con Bolivia y Brasil.
La especie se diferencia de otras por tener una coloración verde claro con unas manchas en forma de "C" en el dorso y por la forma peculiar de sus escamas en la cabeza y el cuerpo.
Pertenece a la familia Viperidae que incluye a serpientes altamente venenosas conocidas como jergones (terrestres), cuya distribución se registra en el norte y centro de Suramérica.
El descubrimiento fue realizado durante la implementación de un Sistema de Monitoreo Integral de Biodiversidad de la Reserva Nacional Tambopata y del Parque Nacional Bahuaja Sonene.
Esta actividad fue realizada por el Sernanp junto a la Sociedad Zoológica de Fráncfort (SZF), la Asociación para la Investigación y Desarrollo Integral (Aider) y el Museo de Historia Natural de la Universidad Nacional de San Agustín (UNSA) de la ciudad peruana de Arequipa.
El Parque Nacional Bahuaja Sonene es el área natural protegida de Perú más afectada por el narcotráfico.
La evaluación de los resultados de la investigación se realizó en coordinación con investigadores y expertos nacionales e internacionales de varios centros especializados.
En ella intervino la Universidad Nacional de Córdoba y el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de Argentina, el Laboratorio de Colecciones Zoológicas del Instituto Butantam de Brasil y el Museo de Investigación Zoológica Alexander Koenig de Alemania.
También el Museo de Biodiversidad del Perú, el Museo de Historia Natural de la Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cusco (Perú) y la Unidad Ejecutora Lillo-Fundación Miguel Lillo de Tucumán (Argentina).
El Parque Nacional Bahuaja Sonene es el área natural protegida de Perú más afectada por el narcotráfico, pues en su interior había detectadas a finales de 2017 hasta 193 hectáreas de cultivos de hoja de coca, la materia de prima con la que se elabora la cocaína.
La superficie cocalera se elevaba hasta las 2.478 hectáreas en la zona de amortiguamiento del parque nacional, un espacio de transición entre el área protegida y su entorno.