CDMX.- Guall Sill, recordó que, en 1900, expertos de Estados Unidos se dieron cuenta de que las poblaciones de Cóndor de California eran más pequeñas y que se perdían en vida libre, de ahí que se determinó iniciar su protección.
“Los zoológicos hoy en día son centros de conservación y tenemos que vincular nuestras actividades en cautiverio con las de vida libre, eso se está logrando con el Cóndor de California al momento de criar animales en cautiverio para liberarlos en su zona de distribución original que es donde deben estar los animales”, precisó Guall.
“En 1934 se observó el último Cóndor en vida libre en Baja California. En México se extinguió. En 1980 un grupo de expertos consideró que era buen momento de iniciar actividades en cautiverio y se decidió capturar a todos los cóndores que existían, eran 27, y llevarlos todos a cautiverio”, resaltó.
De acuerdo con el director General, “este es uno de los programas que demuestra con hechos que el cautiverio es una herramienta de conservación. Todos los Cóndores de California fueron llevados a cautiverio y ahí inició la recuperación porque en vida libre siguieron disminuyendo las poblaciones”.
Agregó que en el país sólo hay dos parejas reproductivas de Cóndor de California en cautiverio y que hoy en día se exhiben en el Zoológico de Chapultepec, el resto se encuentra en la Sierra de San Pedro Mártir, en Baja California, donde se está recuperando una población en vida silvestre.
Fernando Guall mencionó que a raíz de las dos parejas de cóndores formadas en ese zoológico ya suman seis crías concretadas; el 11 de enero de este año nació la sexta ave y ya tiene dos meses y tres días.
“Es un éxito la conservación, las otras 5 crías ya están en la Sierra de San Pedro Mártir, se han liberado y vuelan libres. Hoy en día son animales que nacieron en cautiverio y que están en condiciones de apoyar a la población de vida libre, ese es el gran éxito”, reafirmó.
Desde el aviario de Chapultepec, aclaró que aún no se puede visitar a la especie de Cóndor de California, que nació este año, porque no está en exhibición debido a que sus papás lo están alimentando y se busca evitar que se distraigan al ver a los visitantes.
“Los primeros días de vida de estos animales están a cargo de los papás, nosotros no intervenimos más que para estar monitoreando que los papás estén alimentando correctamente. Tenemos forma de vacunarlos, es un manejo importante para que lleguen a esos 4 o 5 meses cuando ya emplumaron y ahí vienen los primeros vuelos en cautiverio”, dijo Guall Sill.
Argumentó que en cautiverio está controlado algún tipo de percance pero en vida libre a veces se caen de un nido a muchos metros de altura y mueren en esos primeros vuelos: “Todo eso en cautiverio sirve para aminorar los impactos de los primeros meses o del primer año, ya después se llevan a vida libre, donde enfrentan otros peligros, hay linces, pumas, hay cables de alta tensión, su envergadura es de 3 metros de punta de un ala a la otra, a veces chocan con cables, a veces los papás les dan plásticos, basura, vidrios que confunden con huesos, calcio y le están dando basura a la cría”.
Por ello, hizo hincapié en contar con un ambiente sano, limpio ya que en ocasiones los cóndores pueden comer alimentos nocivos y esto es una de las principales muertes en vida libre.
“Les dan balas de plomo y éste ha sido un problema en vida libre porque encuentran algunos cadáveres con postas de balines de escopeta y eso lo ingieren los cóndores adultos, se intoxican o podrían proporcionarle carne con algún elemento de metal de plomo a las crías”, advirtió el funcionario capitalino.
Everardo Montford Ramírez, especialista en aves silvestres del Zoológico de Chapultepec, quien ha visto nacer a las seis crías, puntualizó que los tres primeros polluelos de Cóndor de California se criaron de manera artificial, con máquinas incubadoras que se encargaron de darles calor, humedad y movimiento.
“En dos de nuestros primeros pollos apenas lo pusieron, se lo retiramos y me los llevé a nuestro cuarto de incubación. Tenemos una máquina incubadora que se encarga de darle tanto calor como humedad, movimiento y diario estar checando todo hasta llegar al día 57 que es cuando nos nacieron”, detalló el experto en aves.
El médico veterinario refirió que el cuarto, quinto y sexto huevo los incubaron los cóndores y ellos mismos los alimentaron, justo lo que ahora hacen con el recién nacido.
“Como médico veterinario uno se encariña con el animal que crió y ayudó por muchos meses, ya se fueron muy grandes, yo los llevé a un avión para poder llevarlos a su liberación. Este programa es para algo, para evitar una extinción”, resaltó Montford Ramírez.