Manzanillo, Colima.- Activistas de Greenpeace han confrontado pacíficamente al Hidden Gem, un enorme barco de perforación de minería en aguas profundas, a su regreso al puerto de Manzanillo desde el Pacífico.
El Hidden Gem, encomendado por la minera canadiense The Metals Company, acaba de regresar tras ocho semanas de pruebas de extracción en la Zona Clarion Clipperton que se encuentra entre México y Hawái. El barco planeaba extraer 3 mil 600 toneladas de nódulos polimetálicos del lecho marino en una prueba que podría sentar las bases para la minería comercial a gran escala.
Los activistas se encontraron con el Hidden Gem en un kayak mientras sostenían una manta que decía “Alto a la minería submarina”, mientras que el activista de Greenpeace, James Hita, entregó un mensaje al capitán del Hidden Gem por radio.
“Estamos aquí hoy porque la minería en aguas profundas amenaza la salud del océano, la vida y el sustento de todas las personas que dependen de él. Los océanos albergan más del 50% de la vida en el planeta y es uno de nuestros mayores aliados en la lucha contra la crisis climática. No nos quedaremos de brazos cruzados mientras las empresas mineras comienzan a saquear el lecho marino para obtener ganancias. Desde una pequeña lancha en el puerto de Manzanillo, enviamos este mensaje al capitán del Hidden Gem”,dijo Hita.
“Nuestro mensaje es claro: no se debe permitir que continúe la minería en aguas profundas. Representamos las voces de miles de personas en todo el mundo. Este movimiento es liderado por la gente que habita el Pacífico, quienes representan la oposición a esta industria destructiva que se fortalece cada día con un colectivo de organizaciones y un número creciente de gobiernos que piden una moratoria. Hasta la fecha, los gobiernos de Palau, Samoa, Fiji, Alemania, Francia y mi país de origen, Aotearoa, Nueva Zelanda, han escuchado y declarado su respaldo a por lo menos una moratoria. Vemos un futuro donde el océano que nos conecta y nos nutre está prosperando. Un futuro en el que se proteja la forma de vida de las personas y se respete su conexión espiritual con el océano, y la minería en aguas profundas no tiene cabida en este futuro”, concluyó Hita.
A menos que los líderes mundiales tomen medidas para apoyar una moratoria, la minería en aguas profundas podría comenzar en julio del próximo año. The Metals Company ha dicho que planea solicitar una licencia de minería en aguas profundas en 2023 a través de la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos.
“Es urgente que países como México y otros en el continente se comprometan con la salud de los océanos. Greenpeace México ha demandando el compromiso con un tratado global que proteja los océanos de la contaminación por plásticos, la pesca industrial, la extracción petrolera, y bloquee los intereses de las grandes empresas extractivistas mineras que están saliendo de puertos en nuestro país a realizar pruebas de minería en aguas profundas. La zona Clarion Clipperton, donde The Metals Company está conduciendo estas pruebas mineras, se encuentra cerca de México. Si esta industria comienza, podría tener graves implicaciones para los ecosistemas marinos alrededor de nuestro país. El planeta y nuestras comunidades ya están sufriendo las consecuencias de la crisis climática y de la pérdida de biodiversidad. No necesitamos una nueva industria extractiva que sólo empeorará la situación. Por ello, es muy importante que el gobierno mexicano se convierta en un líder regional y global contra la minería en aguas profundas”, puntualizó Aleira Lara, Directora de campañas de Greenpeace México.
La minería en aguas profundas implica una gran maquinaria que extrae minerales de las profundidades y los transfiere a barcos mineros, un proceso que produce una gran columna de sedimentos que podría sofocar la vida marina, amenazar el modo de vida de las personas que depende de los océanos y agravar la crisis climática.