Santiago de Chile.- Un total de 85 galardonados con el Premio Goldman, considerado el Nobel del medio ambiente, pidieron este miércoles al presidente de Chile, Sebastián Piñera, investigar el presunto ataque sufrido el pasado abril por el ambientalista mapuche Alberto Curamil, reconocido con esa condecoración en 2019.
"Instamos, en los términos más enérgicos posibles, a (...) que se realice una investigación exhaustiva e independiente del ataque al señor Curamil, su hijo adolescente y su sobrino, por parte de las fuerzas policiales", indicaron a través de una carta los firmantes, pertenecientes a 45 países.
Curamil fue presuntamente atacado, junto a su hijo de 16 años y su sobrino de 19, por agentes del cuerpo policial de Carabineros después de participar en una protesta en defensa de la también activista medioambiental Elena Paine, cuya casa en la comuna de Perquenco, en la región de La Araucanía (centro-sur), fue quemada.
"Cuando Curamil, su hijo y su sobrino se disponían a abandonar el lugar en su automóvil, la Policía le disparó un cartucho de gas lacrimógeno que rompió la ventanilla trasera se su camioneta, los tres salieron del vehículo y fueron golpeados por la Policía", relatan los 85 Premio Goldman en su misiva.
Luego, continúa el comunicado, los agentes le dispararon a Curamil perdigones y posteriormente fue detenido, junto a sus acompañantes, para ser puestos en libertad al día siguiente acusados de "alteración del orden público" e "incumplimiento de las medidas sanitarias".
Además de instar a la investigación de este hecho, los firmantes pidieron que se indague la destrucción de la casa de la señora Paine, ataque que, sospechan, fue provocado por "miembros de un grupo paramilitar de extrema derecha que favorece a los grandes terratenientes y a los intereses de la agricultura industrial".
Asimismo, solicitaron que se detengan los "ataques agresivos y a menudo letales contra la comunidad mapuche" y se respeten "los derechos humanos, a la tierra y a la autodeterminación" de estas comunidades indígenas.
En la sureña región de La Araucanía y en otras cercanas existe hace décadas el llamado "conflicto mapuche", que enfrenta a comunidades indígenas con empresas agrícolas y forestales que explotan tierras que los mapuche consideran ancestrales.
En este contexto son frecuentes los ataques incendiarios de activistas mapuches a maquinaria y predios, y el conflicto le ha costado la vida a comuneros mapuches, policías y civiles, además de huelgas de hambre de presos indígenas.
"Pedimos al Gobierno chileno que deje de permitir que las empresas y los empresarios destruyan los recursos naturales de Chile y violen los derechos humanos y de la tierra", concluye la carta.