Montevideo.- Así lo anunció este lunes el ministro interino de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente de Uruguay, Jorge Rucks, quien explicó que el proyecto consiste en la aplicación de medidas para mitigar la contaminación en el curso de agua.
"Cuando el río negro entra desde Brasil, ya viene con una carga importante dado a situación de falta de saneamiento que hay en algunas ciudades brasileñas; después tenemos el problema de las áreas de producción intensivas agropecuarias", detalló el político en una conferencia que se dio después del Consejo de Ministros.
Asimismo, Rucks señaló que otro problema que afecta a la calidad del agua son los embalses, que hacen que el caudal vaya más lento y aumente su temperatura, por lo que se generan condiciones más adecuadas para la formaciones de algas.
"Finalmente, cuando el Río Negro prácticamente está desembocando en el Río Uruguay -que divide el pequeño país austral con Argentina- tenemos una situación de un aria de mucha intensidad en la producción agropecuaria que, nuevamente, genera situaciones de carga de nutrientes importantes", añadió el experto.
En tanto, Rucks señaló que este plan de tres años, elaborado en conjunto con el Ministerio de Industria y el de Ganadería, quiere "atacar" las causas de contaminación para tratar que "todas esas cargas de nutrientes no lleguen al río".
Medida que también implica educar a los ganaderos y agricultores. "la generación de zonas buffer de protección de los cursos de agua" y la instalación de un equipo técnico en la represa de Rincón de Bonete (centro).
En lo referente a Brasil, el especialista detalló que Uruguay ya ha tenido reuniones con el país vecino y explicó que el gobierno brasileño está trabajando con "metodologías muy similares" a las de uruguay para la prevención de contaminación en el río.
No obstante, Rucks señaló que hay ciudades brasileñas que aún no tienen un "tratamiento de saneamiento" y están volcando sus desechos al río.
El ministro interino también fue preguntado por los efectos de contaminación que podría tener la implantación de la segunda papelera de la empresa finlandesa UPM -que aún está en periodo de negociación- en la cuenca del río, ante lo que señaló que si esta empresa se instala se la tratará como a las otras industrias que hay en la zona.