Roma.-El experto de la FAO Jippe Hoogeveen aseguró que "muchos productores pobres normalmente no tienen acceso a recursos como los hídricos y, si se les garantiza alguna fuente de agua, eso les puede ayudar a aumentar sus ingresos y salir de la pobreza".
Comparada con Asia o Latinoamérica, donde hay más irrigación y más agricultores tienen acceso al agua, África subsahariana aún concentra los mayores problemas de pobreza hídrica, según Hoogeveen.
Más de 2.000 millones de personas en el mundo experimentan un alto estrés hídrico y unos 4.000 millones sufren escasez de agua al menos un mes al año.
La FAO participó en la realización del informe de Naciones Unidas sobre el desarrollo de los recursos hídricos y se muestran los siguientes datos:
- Más de 2.000 millones de personas en el mundo experimentan un alto estrés hídrico y unos 4.000 millones sufren escasez de agua al menos un mes al año.
- El uso del agua creció en todo el mundo un 1 % anual desde 1980 y, según las previsiones, su demanda continuará incrementándose a una tasa similar hasta 2050, lo que supone hasta un 30 % más de lo que se utiliza actualmente.
- La agricultura representa el sector económico que más agua consume, el 69 % de lo que se extrae a nivel mundial, y así seguirá siéndolo en las próximas décadas.
- Nueve de cada diez desastres naturales guardan relación con el agua. Entre 1995 y 2015, las inundaciones representaron el 43 % de todos los desastres documentados, lo que afectó a 2.300 millones de personas, mientras que las sequías fueron el 5 % y perjudicaron a 1.100 millones.
- Un 80 % de las tierras cultivadas a nivel mundial reciben agua de lluvia y el 60 % de los alimentos que se producen en esas condiciones dependen mucho de la variabilidad climática. Según algunos estudios, si se les añadiera algún tipo de riego, los rendimientos podrían duplicarse o incluso triplicarse por hectárea en cultivos como el trigo, el sorgo y el maíz.
- Para erradicar el hambre en 2030, las agencias de la ONU calculan que se necesitarán inversiones adicionales en agricultura por valor de 265.000 millones de dólares anuales a nivel mundial, de los que casi 200.000 millones deberían destinarse a sistemas productivos para los más pobres, incluidos los ligados al agua.