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Captan energía a partir de desechos para generar agua caliente

Captan energía a partir de desechos para generar agua caliente

Una lata de aluminio y una botella desechadas pueden convertirse en captadores solares, unos artefactos con los que una organización no gubernamental de Argentina lleva agua caliente a barrios pobres en una iniciativa que combina la solidaridad con el cuidado del ambiente.

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Pablo Castaño. Sumando Energías
Pablo Castaño, uno de los fundadores de Sumando Energías. Efe

Buenos Aires.-El proyecto es llevado adelante por la ONG Sumando Energías, que también instala cocinas solares y biodigestores para el tratamiento de aguas cloacales y enseña métodos de captación de agua de lluvia.

"La idea es poder llevar los servicios básicos que necesitan las familias, siempre mediante el concepto de sustentabilidad", comenta Pablo Castaño, ingeniero industrial de 32 años y uno de los fundadores de Sumando Energías.

Pablo comenzó con la ayuda social como voluntario en la ONG Techo, dedicada a la construcción de viviendas de emergencia, con la que colaboró durante tres años, pero, si bien ese proyecto le encantaba, aspiraba a superarlo.

"Lo que quería hacer era poder agregarle a la vivienda de Techo, o cualquier otra vivienda de emergencia todos los servicios básicos, siempre mediante conceptos de sustentabilidad, y poder hacerlo desde mi carrera", explica.

Así fue como en 2014 surgió Sumando Energías, una iniciativa de la que participa casi medio centenar de voluntarios con diversas profesiones y formaciones.

Se reúnen dos sábados al mes para aprender sobre energías sustentables en un taller teórico-práctico y para construir e instalar en el día -junto con la familia dueña de la casa- un colector solar que les permite tener agua caliente en sus hogares.

"Ya son 157 las familias con las que construimos", precisa Castaño.

El grupo trabaja actualmente en barrios pobres de las ciudades bonaerenses de Pilar y La Plata, pero también han instalado la primera ducha de energía solar de una comunidad guaraní, en la norteña provincia de Misiones, y trabajaron con una comunidad qom en la provincia de Salta, en el noreste del país.

Para la fabricación de los colectores utilizan latas de aluminio pintadas de negro que absorben la radiación solar, cajas de tetrabrik para el aislamiento y botellas de plástico para generar el efecto invernadero, materiales que generalmente se queman en los barrios más vulnerables porque no hay recogida de basura.

"Con eso le mostramos a la familia y también a las personas que vienen a participar que en realidad esos materiales tienen un valor y que nosotros estamos extendiendo su vida útil", explica.

Según Castaño, sin importar el frío, mientras esté soleado, el colector provee de agua caliente, incluso también en días nublados de verano, a finales de primavera o principios de otoño.

Así, según el impulsor de la iniciativa, los hogares se benefician porque de este modo "tienen acceso al agua caliente el 80 por ciento del año sin tener que gastar en gas, leña o electricidad", y se evita el riesgo de las conexiones precarias.

"Esto cumple el doble propósito de ayudar a las familias y reducir el envío de dióxido de carbono a la atmósfera, que es el foco del proyecto, además de la parte social", asegura Castaño.

Natalia Spindola, vecina de la localidad del Pilar y una de las beneficiarias del proyecto, tiene instalado un colector en su casa y afirma que al principio no comprendía cómo funcionaba la energía solar, pero que lo entendió mejor cuando Sumando energías llegó a su casa.

"Me puse muy contenta porque tener termotanque (calentador de agua) y que salga el agua caliente fue muy lindo", cuenta Spindola.

Castaño destaca la importancia de que, con estas acciones, "la familia se pueda empoderar", apropiándose de los "conocimientos teóricos" sobre cómo se calienta el agua con el sol y comprendiendo "por qué no hay que quemar los materiales" ya que se pueden reutilizar.

De Sumando Energías y sus iniciativas puede participar cualquier persona, no hace falta ningún conocimiento previo: "Hay que tener ganas de aprender sobre energía solar y luego de construir el colector", señala.

Además, la organización comparte libremente todos los manuales de los dispositivos que construye.

"Lo mejor que puede pasar es que este proyecto se siga expandiendo sin que estemos nosotros ahí. Es la filosofía que compartimos, de que sea todo de código libre", afirma.

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