La ubicación geográfica de México influye para que sea afectado por sistemas meteorológicos de gran diversidad y complejidad. Por ello, ante el cambio climático deben tomarse acciones de mitigación y de adaptación por regiones, de manera informada y documentada, para evitar que sean costosas y fallidas, considera el director del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático (ICAyCC), Jorge Zavala Hidalgo.
A propósito del Día Meteorológico Mundial, que se conmemora el 23 de marzo, el también académico doctorado en Ciencias en Oceanografía Física, subraya que cada zona tiene sus propias fragilidades y peligros, por lo que deben identificarse.
Es necesario, agrega, comprender qué vulnerabilidades estamos construyendo, qué acciones debemos tomar y cuáles hay que desagregar.
“Hay quien le da más peso -y está bien- a que el planeta no se siga calentando, se habla mucho de disminuir las emisiones de gas de efecto invernadero y otras causas del cambio climático, como la deforestación, pero debemos reconocerlo y efectuarlo por regiones”, añade.
El también posdoctorado en el Center for Ocean-Atmospheric Prediction Studies, de la Universidad Estatal de Florida, recuerda que este año el lema de la conmemoración es “Alerta temprana, acción temprana”. Subraya que es un reto identificar el peligro hidrometeorológico y avisar a una comunidad que será afectada por un sistema meteorológico extremo.
Se hacen esfuerzos para establecerlos con precisión, pero además se debe comunicar sobre los fenómenos que no son extremos o que pueden provocar una afectación relativamente menor. Esto requiere, ante todo, conocimiento de la región y de los sistemas meteorológicos.
El experto destaca que el cambio climático es aquel provocado por las actividades humanas: la emisión de gases de efecto invernadero, que modifican fenómenos como las ondas de calor, las sequías y la alteración de las temporadas de precipitación porque la lluvia se concentra en menos días, por lo que estos eventos representan una problemática.
Cabe mencionar que datos recientes de la Organización Meteorológica Mundial indican que 2021 se constituyó en uno de los siete años más cálidos de los que se tiene constancia. La temperatura media mundial superó en aproximadamente 1.11°C los niveles preindustriales (1850-1900). Es el séptimo año consecutivo (2015-2021) en el que esto sucede.
La década de 2011 a 2020 es la más cálida de la que haya registro instrumental. Se desarrolló en el contexto de una tendencia persistente, a largo plazo, al cambio climático. De tal manera que 2016, 2019 y 2020 ocupan los tres primeros lugares, como los más calurosos.
Retos
Jorge Zavala indica que el país tiene diversos sistemas meteorológicos que lo afectan, lo que ocurre por varias razones, entre las que se encuentran: la interacción con dos océanos; por un lado el Pacífico, y por otro el Caribe y el Golfo de México, como parte del Atlántico.
Además de una orografía complicada, que incide en el desarrollo de algunos otros fenómenos. “Cuando los vientos interactúan con la sierra se favorece la convección orográfica y el desarrollo de tormentas”.
Ante esta situación, se debe contar con sistemas de alertamiento integrados para obtener conocimiento o pronóstico de las condiciones meteorológicas y también un nivel de respuesta del sistema hidrológico.
“Se requiere una combinación de redes de observación, de sistemas automatizados de alertamiento, de estudios de la vulnerabilidad de cada región, y especialmente de recursos humanos pues cuando hablamos de modernizar nuestros sistemas de alerta temprana también pasa por una mayor capacidad del personal”, asegura Zavala Hidalgo.
También de mayor comunicación entre las instituciones de educación superior, generadoras de conocimiento científico, y con las autoridades gubernamentales. “Es una cuestión estructural, hay que buscar los caminos para lograr mayor colaboración que nos genere un beneficio mutuo”, puntualiza.