El Pleno de la Cámara de Diputados aprobó una reforma encaminada a promover la cultura de la sostenibilidad en los procesos del desarrollo tecnológico e innovación y sus correspondientes servicios, como parte de la política de Estado que sustente la integración del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación.
El dictamen, aprobado por unanimidad de 479 votos, reforma la fracción III del artículo 2 de la Ley de Ciencia y Tecnología. Se remitió al Senado de la República para sus efectos constitucionales.
Cultura de la sostenibilidad
Al fundamentar el dictamen de la Comisión de Ciencia, Tecnología e Innovación, el diputado Jesús Roberto Briano Borunda señaló que el uso de estos servicios y productos debe responder a las necesidades básicas para mejorar la calidad de la vida; sin embargo, “debemos abogar por una producción y consumo sostenible para no poner en riego la satisfacción de las necesidades de las generaciones futuras”.
Precisó que es necesario promover una cultura sostenible en el ámbito de la producción y consumo, dando paso a las tecnologías ecológicamente racionales. El dictamen, dijo, tiene una visión responsable a fin de garantizar el derecho humano a gozar de los beneficios del desarrollo de la ciencia y la innovación tecnológica.
La ciencia, la tecnología y la innovación, señaló, han demostrado tener la capacidad de impulsar el cambio económico y social con un enfoque sostenible. Añadió que es vital impulsar un sistema jurídico nacional que garantice el equilibrio entre desarrollo tecnológico y conservación del medio ambiente.
El propósito de las reformas, añadió, es incluir en la Ley la promoción de la cultura de la sostenibilidad. “Desde el Poder Legislativo trabajamos en un esquema normativo encaminado a garantizar la capacidad de las generaciones futuras de mexicanas y mexicanos para satisfacer sus necesidades y propiciar políticas públicas bajo el paradigma de la sostenibilidad”.
Cambiar métodos de producción y hábitos de consumo
El diputado Alberto Villa Villegas expresó que de acuerdo con el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, cada año desperdiciamos mil 300 millones de toneladas de alimentos a escala global, mientras que dos mil millones de personas padecen hambre o desnutrición; sin embargo, “los modos de consumo actuales suponen un impacto profundo al planeta”.
Por ello, subrayó, se debe promover el desarrollo sostenible, así como cambiar los métodos de producción y hábitos de consumo de bienes y recursos. El dictamen, agregó, pone énfasis en el papel que tiene la ciencia y la tecnología para trazar una nueva ruta a favor de la sostenibilidad.
“Las personas dedicadas a la investigación y desarrollo científico hoy comprenden mejor las posibles tendencias del cambio climático, el aumento de la tasa de recursos, las variables demográficas y la degradación del medio ambiente. Pueden ayudarnos a construir conocimientos y soluciones para articular y apoyar las metas del desarrollo sostenible”, añadió.