El ritmo de despliegue de algunas tecnologías energéticas limpias, como la energía solar fotovoltaica y los vehículos eléctricos, muestra lo que puede lograrse con suficiente ambición y medidas políticas, pero es urgente acelerar el cambio en la mayoría de los componentes del sistema energético para alcanzar las emisiones netas cero en 2050, según la última evaluación de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) sobre el progreso mundial.
La actualización anual del recurso en línea de la AIE, Tracking Clean Energy Progress, revela notables avances en el último año. Las ventas de coches eléctricos alcanzaron la cifra récord de más de 10 millones en 2022, multiplicándose casi por diez en sólo cinco años.
Las energías renovables aumentaron su capacidad eléctrica hasta 340 gigavatios (GW), el mayor despliegue de su historia. Como resultado, las energías renovables representan ahora el 30% de la generación mundial de electricidad.
La inversión en energías limpias alcanzó la cifra récord de 1.6 billones de dólares en 2022, un aumento de casi el 15% con respecto a 2021, lo que demuestra la continua confianza en las transiciones energéticas incluso en un clima económico incierto.
Sin embargo, la transición a la energía limpia se está produciendo a diferentes velocidades según las regiones y los sectores. Por ejemplo, casi el 95% de las ventas mundiales de coches eléctricos en 2022 tuvieron lugar en China, Estados Unidos y Europa. Es necesaria una mayor cooperación internacional para extender los avances en coches eléctricos y otras tecnologías clave a todas las regiones, especialmente a las economías emergentes y en desarrollo.
El despliegue de las energías limpias también está siendo más rápido en algunas partes del sistema energético -como la generación de electricidad y los turismos-, donde los costes han caído y las tecnologías ya están relativamente maduras. Mientras tanto, sigue siendo necesaria una rápida innovación para introducir en el mercado tecnologías limpias para partes del sistema energético en las que las emisiones son más difíciles de atajar, como la industria pesada y el transporte de larga distancia.
En los últimos años se han dado pasos positivos en materia de innovación, pero es necesaria una mayor aceleración para sacar pronto al mercado más tecnologías de bajas emisiones para estos ámbitos.
La actualización de 2023 de Tracking Clean Energy Progress, disponible en el sitio web de la AIE, hace un seguimiento de los avances hacia la alineación del sistema energético mundial con una senda que permita alcanzar las emisiones netas cero en 2050. Para ello, evalúa más de 50 componentes diferentes, desde sectores hasta tecnologías e infraestructuras.
La AIE también ha publicado la Guía de Tecnologías de Energías Limpias, una base de datos digital interactiva que permite a los usuarios visualizar el grado de preparación y la distribución geográfica de más de 500 tecnologías o componentes innovadores diferentes en el sistema energético mundial, junto con la Base de Datos de Proyectos de Demostración de Energías Limpias.
La economía de la energía limpia está tomando forma rápidamente, pero se necesita un progreso aún más rápido en la mayoría de las áreas para alcanzar los objetivos energéticos y climáticos internacionales", dijo el Director Ejecutivo de la AIE, Fatih Birol.
"Esta actualización del Seguimiento del Progreso de las Energías Limpias pone de relieve algunos avances muy prometedores, subrayando tanto la necesidad como el potencial de una mayor acción a nivel mundial. El extraordinario crecimiento de tecnologías clave como la solar y los coches eléctricos demuestra lo que es posible", agregó.
Aunque muchos sectores aún no están totalmente encaminados hacia los objetivos climáticos internacionales, el nuevo análisis identifica avances cruciales a lo largo del año pasado.
Por primera vez, la capacidad anunciada de fabricación de baterías para vehículos eléctricos ha alcanzado niveles suficientes para satisfacer los requisitos de demanda previstos para 2030 en el escenario de la AIE para lograr emisiones netas cero en 2050. Esto se ve respaldado por el impulso de importantes estrategias industriales como la Ley de Reducción de la Inflación en Estados Unidos y el Plan Industrial Green Deal de la Unión Europea.
La energía solar fotovoltaica ha pasado a "en camino", ya que su progreso se ajusta ahora a los hitos coherentes con las ambiciones de cero emisiones netas. La energía solar fotovoltaica generó un récord de casi 1 300 teravatios-hora (TWh) en 2022, un 26% más que en 2021, y registró el mayor crecimiento absoluto de generación de todas las tecnologías renovables en 2022.
El número de proyectos de fabricación de energía solar fotovoltaica en tramitación también experimentó un crecimiento masivo en el contexto de un amplio apoyo gubernamental, especialmente en China, Estados Unidos e India. Si se llevan a cabo todos los proyectos anunciados, la capacidad de fabricación mundial de energía solar fotovoltaica se duplicará con creces en los próximos cinco años, superando la demanda de 2030 en el escenario Net Zero para 2050 de la AIE.
En el sector de la edificación se han registrado avances notables, ya que ha pasado de "no va por buen camino" a "se necesitan más esfuerzos" en el sistema de clasificación de tres niveles Tracking Clean Energy Progress. Los gobiernos están introduciendo cada vez más códigos energéticos y normas de rendimiento más estrictos, y se está acelerando el uso de tecnologías eficientes y renovables en los edificios, como bombas de calor y equipos de refrigeración de bajas emisiones.
El año pasado también se reforzaron las políticas de eficiencia energética en todo el mundo, como en la India, que promulgó nuevas políticas para electrodomésticos, vehículos, instalaciones industriales y edificios comerciales.
Las políticas avanzan en muchas regiones. A principios de este año, por ejemplo, Indonesia se convirtió en el primer país del Sudeste Asiático en establecer un marco jurídico y normativo para la captura, utilización y almacenamiento de carbono, y Namibia publicó una estrategia sobre el hidrógeno a finales de 2022.
Varias tecnologías han experimentado importantes avances en innovación desde las últimas actualizaciones de las guías de la AIE Tracking Clean Energy Progress y Clean Energy Technology Guide. El mayor fabricante de baterías del mundo anunció que comenzaría la producción de baterías de iones de sodio para vehículos eléctricos, una química alternativa que puede ayudar a reducir la dependencia de minerales críticos en demanda.
A principios de año empezaron a funcionar dos demostraciones a gran escala de electrolizadores de óxido sólido, una tecnología muy eficiente para producir hidrógeno de bajas emisiones. Se han dado pasos positivos en tecnologías limpias innovadoras para el refinado de aluminio y la fabricación de cemento, dos industrias en las que las emisiones son difíciles de atajar.
Además, a principios de 2023 salió de Bélgica el primer cargamento de dióxido de carbono (CO2) líquido para ser almacenado geológicamente frente a las costas de Dinamarca, bajo el Mar del Norte, un logro histórico para el sector de la captura de carbono.
Aunque se observan avances en los más de 50 componentes del sistema energético evaluados en el informe Seguimiento del progreso de las energías limpias, la mayoría de ellos aún no se encuentran en una senda coherente con las emisiones netas cero para 2050.
Se necesita un mayor apoyo político y una mayor inversión en una amplia gama de tecnologías diferentes, en todas las regiones del mundo, para permitir un cambio más amplio y más rápido hacia la energía limpia para mantener las emisiones netas cero en 2050 a nuestro alcance.