Madrid.- “No hay tiempo para soluciones ridículas o perderemos la oportunidad de mantenernos por debajo de los 1.5 grados de aumento de temperatura del planeta”, manifestaron grupos de movimientos sociales por la justicia climática y asociaciones indígenas en el cuarto día de la COP25 en Madrid, dedicado a la agricultura y los bosques, coincidiendo con el Día de Acción contra los Mercados de Carbono.
Las organizaciones han presentado un informe para "desmitificar estos mecanismos" y han lanzado una petición para rechazarlos, firmada por más de 140 organizaciones, denunciando el Artículo 6 que se incluiría en el Acuerdo de París, “un punto clave en la mesa de negociación en esta Cumbre del Clima, que daría carta blanca a los gobiernos para seguir contaminando”.
Los mercados de carbono: una amenaza para los pueblos
Los mercados de carbono "representan una amenaza para los pueblos, la política y el planeta", y son una estrategia de "green wash", ha asegurado el representante de la organización de la Red de Indígenas por el Medioambiente, Tom Goldtooth, que también ha denunciado que el "Green New Deal" propuesto por los países occidentales es "una estafa".
Estos mercados de carbono, ha denunciado, supondrán "décadas de inacción, distracción y acaparamiento del poder y la energía por las grandes empresas".
Con la tasa actual de emisiones a nivel mundial, agotaremos el presupuesto de carbono para mantener el aumento de la temperatura por debajo de 1.5 grados antes de 2025, explican en el informe, y los mercados de carbono actúan “bajo la premisa falsa y poco científica de que la compensación de emisiones y la venta de permisos para contaminar reducirán este calentamiento global”.
Los mercados de carbono se desarrollan a través de dos estrategias.
Por un lado, los topes de carbono, que permite a los actores "seguir contaminando mientras las emisiones combinadas de todos los contaminadores en ese ámbito no superen un límite", y la compensación de emisiones: "reducciones de emisiones derivadas de proyectos alternativos a otras actividades más contaminantes, como plantar árboles para absorber carbono que ya ha sido emitido".
Entre los peligros de los que han advertido las organizaciones destaca que estos mercados "no reducen las emisiones ni representan ninguna acción verdadera frente al cambio climático" además de que "acarrean impactos terribles para los pueblos indígenas y las comunidades locales".
Los mercados de carbono como "genocidio ambiental"
Los mercados de carbón son "un genocidio ambiental", ha lamentado Casey Morinek Camp, parte de la nación Ponka, que ha exigido que "los derechos de las personas que viven en el bosque esté en manos de los pueblos, no de las empresas".
La lucha contra el cambio climático "tiene que venir desde sus raíces", ha asegurado Henderman, de la Vía Campesina de Indonesia, que ha explicado como este movimiento ha desarrollado una agricultura basada en el medio ambiente y en los aspectos sociales.
Por su parte, Paula Gioia, del Movimiento de los Pueblos Asiáticos sobre Deuda y Desarrollo, ha resaltado "la urgencia y obligación que tienen los países ricos de financiar a los países pobres para que puedan hacer la transición hacia sistemas energéticos justos y adaptarse a los impactos del clima".
Las comunidades indígenas y los movimientos sociales también ha escenificado, tras la rueda de prensa en la que han presentado el informe, una representación de la destrucción que implican los mercados de carbono para los ecosistemas y las comunidades a través de representantes de las comunidades afectadas alrededor del mundo