Lisboa.- Un grupo de investigadores realizaron un estudio sobre la contaminación del aire y mortalidad en 652 ciudades de 24 países y llegaron a la conclusión de que la exposición, incluso a una baja concentración de partículas PM10 y PM2.5 y un breve período de tiempo contribuye a un mayor riesgo de muerte.
Las partículas PM2.5 -menos grosor que un cabello humano- presentes en la contaminación del aire provienen de automóviles, fábricas o de la quema de madera y las partículas PM10 son microfragmentos sólidos de hollín, cenizas, cemento, polvo o polen.
El análisis fue publicado por la revista científica The New England Journal of Medicine, en la cual João Paulo Teixeira, investigador del Instituto de Salud Pública de la Universidad de Oporto (ISPUP) fue uno de los participantes.
Paulo Teixeira dijo que "Este trabajo es extremadamente importante debido a la escala global y las implicaciones de los resultados obtenidos que instan a las autoridades regionales, nacionales e internacionales a coordinar sus esfuerzos a través de la implementación de medidas para reducir y controlar los contaminantes con efectos nocivos conocidos".
El estudio señaló que las personas expuestas al aire contaminado, sea por fuentes naturales o antropogénicas como las emisiones de industrias o automóviles, tienen un mayor riesgo de mortalidad.