Madrid.- "Es muy duro leer sobre el cambio climático", manifiesta el cineasta brasileño Fernando Meirelles, especialmente porque siempre son malas noticias y documentales muy profundos, además considera que es necesario explicar este difícil tema a la gente de forma sencilla, para que les llegue el mensaje, porque la situación, a su juicio, es desesperada.
Para poner en pie un proyecto del que no avanza si será ficción, documental o una mezcla, está trabajando con Braulio Mantovani, el guionista de su aclamada "Ciudad de Dios" (2002) ("Ciuda de de Deus", en su título original) y espera que el rodaje pueda empezar el próximo mes de septiembre.
Será su segundo proyecto con Netflix, con la que acaba de estrenar "Los dos papas", una historia que mezcla ficción y realidad para contar la relación entre el papa Francisco y su antecesor, Benedicto XVI.
Meirelles ha viajado a Madrid para hablar de "Los dos papas", que tras estrenarse en cines hace dos semanas, llega a la plataforma este viernes, pero ya está pensando en su próximo proyecto, como explica en una reunión con la prensa.
"La crisis del clima es la principal obsesión de mi vida. Soy muy pesimista", señala Meirelles, que cree que en 15 años "todo habrá cambiado de forma radical".
"Parece que nadie escucha", dice Meirelles, que resalta el fracaso de la COP25, cita la sexta extinción masiva que ya se está produciendo y lamenta el "futuro pésimo" que les espera a sus nietos.
Por eso ha querido que su próximo proyecto sea sobre un problema que afecta a todos los ámbitos de la vida y que va a generar una presión migratoria imposible de gestionar.
¿Qué pasará si 800 millones tienen que desplazarse por falta de agua?
Recuerda Meirelles que la guerra de Siria, con el desplazamiento de miles de personas, puso a Europa en una situación muy difícil. Y se plantea qué pasará cuando India, China y Bangladesh, que viven del agua de los glaciares del Himalaya, pierdan la mitad de ese suministro.
El Ganges, el Yangtsé, el río Amarillo o el río Rojo son algunos de los ríos cuyo caudal depende de esos glaciares, que alimentan a 2 mil millones de personas. ¿Qué pasará si 800 millones tienen que desplazarse por falta de agua?, se pregunta Meirelles.
De eso quiere tratar, pero de forma fácil, su nueva película, porque el director brasileño está convencido de que el cine sirve para dar a conocer problemas, que es el primer paso para poder ayudar y buscar soluciones.
"No sé si 'Ciudad de Dios' ayudó, pero después muchas otras películas trataron el problema de la exclusión en Brasil, incluso telenovelas. No sé si cambió algo pero al menos hay más gente que conoce el problema", reflexiona.