México.- El 12 de octubre de 2020, la GIZ México y la Asociación de Bancos de México (ABM) llevaron a cabo la presentación de la “Taxonomía Verde para el Sistema Financiero Mexicano” frente a los asociados de la ABM y de actores relevantes del sector financiero.
En este evento se contó con la destacada participación de Marita Brömmelmeier, miembros del comité de sustentabilidad de la ABM y de los consultores que colaboraron en el diseño y pilotaje de la taxonomía.
La taxonomía verde es indispensable para promover la transición hacia las finanzas sustentables, ya que consiste en la generación de la metodología y los procedimientos basados en evidencia científica que permitan clasificar que tipo de activos son verdes y cuáles no.
Marita Brömmelmeier enfatizó en la importancia de la taxonomía en dar certidumbre a los inversionistas que quieran mitigar y manejar los riesgos financieros relativos a la crisis climática, lo cual permitirá que se pueda aprovechar el enorme potencial que tiene el país en la movilización de inversiones hacia proyectos sostenibles, ya que a pesar de que el ahorro financiero interno es equivalente al 70 por ciento del PIB, menos del 50 por ciento de los bancos tiene metas de financiamiento verde.
En el foro se destacó que la taxonomía de financiamiento verde proporcionará un lenguaje común para las inversiones sostenibles, establecerá un piso parejo para los bancos mexicanos con estándares fijos y comparables, permitirá la identificación de nuevas oportunidades de negocio y facilitará la formulación de políticas públicas para promover el financiamiento verde.
En el diseño de la taxonomía, fue importante considerar experiencias internacionales en la creación de este tipo de instrumentos para reconocer lecciones aprendidas y metodologías de creación.
En este caso, la taxonomía de la Unión Europea fue el punto de referencia principal debido a su complejidad, alcance, legitimidad ante los reguladores financieros, transparencia y alineación con la ciencia.