México.- El Senador Cruz Pérez Cuellar de Morena por el Estado de Chihuahua, pretende modificar el artículo 62 de la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos (LGPGIR) para incluir el coprocesamiento como un método aparte de la incineración con lo que principalmente la industria cementera tendría el control total de la gestión de los residuos municipales, generando graves daños a las comunidades cercanas a las plantas de cemento que ya viven en zonas de sacrificio causadas entre otras actividades por la industria cementera.
La Alianza Global para Alternativas a la Incineración, el Frente de Comunidades en Contra de la Incineración y el Laboratorio de Investigación en Desarrollo Comunitario y Sustentabilidad, lidecs, advirtieron que este jueves 19 de noviembre se pretende votar en pleno la iniciativa, misma que ya fue debatida en un Parlamento Abierto donde especialistas internacionales de la talla de Paul Connett, Raúl Montenegro y Carlos Arribas dejaron claro que el coprocesamiento es lo mismo que la incineración, pero mucho más peligroso al dejar el proceso en manos de la industria.
Connett dejó claro que no existen mediciones claras para la industria del cemento, las cuales son más laxas que para una incineradora común. Además de hablar de las diferencias entre ellas. “Los profesionales del cemento son expertos en fabricar cemento, no son expertos en manejar residuos. Son dos mundos distintos”, dijo el experto en residuos, con más de 30 años de experiencia en el tema.
La premura y rapidez en la que el grupo parlamentario de Morena, con excepción de la senadora por Hidalgo, María Merced González, quien ha dejado claro su oposición a esta iniciativa, nos hacen pensar que existe una complicidad entre estos senadores y la industria.
Para Raúl Montenegro, el senado de la República debe sacar la palabra coprocesamiento de la LGPGIR, por lo peligroso de lo mismo. “Bajo ningún punto de vista debe considerarse el llamado coprocesamiento como algo distinto a la incineración, es simplemente incineración y no tiene ningún sentido colocar, un artículo específico para separar el coprocesamiento de la incineración”, aseguró el biólogo, ganador en el 2004 Premio Right Livelihood, considerado el premio Nobel Alternativo.
Para Ornela Garelli, responsable de la campaña de Consumo responsable y cambio climático de Greenpeace México, “el peligro de esta iniciativa es que el coprocesamiento/incineración no es una forma adecuada de gestión de residuos ya que no sigue los principios de la economía circular ni de un plan de basura cero, puesto que no parte de la importancia de prevenir, en primer lugar, la generación de residuos, ni da prioridad a su reutilización, remanufactura, renovación, compostaje o reciclaje, sino que sigue una economía lineal basada en que los residuos se sigan generando para alimentar negocios basados en la valorización energética (incluso de residuos de manejo especial y peligrosos)” .
Lo anterior “trae importantes afectaciones ambientales y para la salud, por lo que justificar esta reforma bajo criterios ambientales es un sin sentido que no toma en cuenta los casos ya documentados de cómo los procesos de incineración dañan el medio ambiente y a las personas”, agregó.
Esta iniciativa pone en peligro todos los avances que se han tenido en materia de residuos en el país, principalmente aquellos que tienen que ver con plásticos de un solo uso, además de ser un obstáculo para que México firme la enmienda del Convenio de Basilea que prohíbe justamente la entrada de plásticos al país.
Greenpeace exhortó a los senadores a hacer su trabajo por el cuidado de la salud ambiental y humana de los mexicanos y las mexicanas votando en contra de esta iniciativa y llamamos al senador Pérez Cuellar a acercarse más a las comunidades y los expertos, no a las empresas que solo ven el negocio y no los impactos que su actividad genera.