Naciones Unidas.- La Niña se ha instalado, y se espera que persista hasta el próximo año, afectando las temperaturas y los patrones de precipitación y tormenta en muchas partes del mundo, según la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
La declaración mundial sobre el desarrollo de un episodio de La Niña sirve de base a los gobiernos para movilizar la planificación en sectores sensibles al clima, como la agricultura, la salud, los recursos hídricos y la gestión de desastres.
En la actualidad, la OMM está intensificando el apoyo y asesoramiento que presta a los organismos humanitarios internacionales para que se puedan reducir los efectos entre los más vulnerables en un contexto en que se ha puesto a prueba la capacidad de afrontamiento a causa de la pandemia de COVID-19.
Se espera que el episodio de La Niña de este año sea moderado a intenso. La última vez que se registró un episodio intenso fue en 2010/2011, seguido de un episodio moderado en 2011/2012.
El Niño y La Niña son importantes condicionantes naturales del sistema climático de la Tierra. Pero todos los fenómenos climáticos naturales se producen actualmente en un contexto de cambio climático
La Niña es un fenómeno que produce un enfriamiento a gran escala de la temperatura de la superficie del océano en las partes central y oriental del Pacífico ecuatorial, además de otros cambios en la circulación atmosférica tropical, a saber, los vientos, la presión y las precipitaciones. Por lo general, tiene efectos en el tiempo y el clima contrarios a los de El Niño, que es la fase cálida del fenómeno denominado “El Niño-Oscilación del Sur (ENOS)”.
"El Niño y La Niña son importantes condicionantes naturales del sistema climático de la Tierra. Pero todos los fenómenos climáticos naturales se producen actualmente en un contexto de cambio climático que es producto de la actividad humana, que está exacerbando las condiciones meteorológicas extremas y que está afectando el ciclo del agua", dijo el Secretario General de la OMM, profesor Petteri Taalas.
"La Niña tiene típicamente un efecto de enfriamiento de las temperaturas globales, pero este enfriamiento queda más que compensado por el calor atrapado en nuestra atmósfera por los gases de efecto invernadero. Por lo tanto, el 2020 sigue en camino de ser uno de los años más cálidos de los que se tiene registro y se prevé que el período 2016-2020 sea el quinquenio más cálido desde que se iniciaron los registros", añadió Taalas. "Actualmente los años en que se producen episodios de La Niña son más cálidos incluso que años anteriores con intensos episodios de El Niño."
El nuevo número del Boletín El Niño/La Niña hoy de la OMM afirma que hay una alta probabilidad (90 %) de que la temperatura de la superficie del océano Pacífico tropical se mantenga en los niveles característicos de La Niña hasta finales de 2020, y tal vez hasta el primer trimestre de 2021 (55 % de probabilidad). Esto se produce después de más de un año con condiciones neutras del ENOS (es decir, donde no se registraron condiciones propias ni de El Niño ni de La Niña). El Boletín se basa en los pronósticos de los Centros Mundiales de Producción de Predicciones a Largo Plazo de la OMM y en la interpretación de expertos.
Es importante tener en cuenta que El Niño y La Niña no son los únicos factores que condicionan las características climáticas a escala mundial y regional. Además, no hay dos episodios de La Niña o de El Niño que sean iguales: sus efectos en los climas regionales pueden variar en función de la época del año y de otros factores. Por ello, las instancias decisorias siempre deben consultar los pronósticos estacionales más recientes para obtener la información más actualizada.
Por esta razón, la OMM está ampliando el conjunto de información estacional que se proporciona a través de los Foros Nacionales y Regionales sobre la Evolución Probable del Clima y ha aumentado la frecuencia de publicación del Boletín sobre el clima estacional mundial, que ha pasado de ser trimestral a mensual.
Además de abordar El Niño y La Niña, el Boletín sobre el clima estacional mundial incorpora otros factores que influyen en el clima, como la Oscilación del Atlántico Norte y el Dipolo del Océano Índico, a fin de evaluar sus posibles efectos en la temperatura superficial y los patrones de precipitación a nivel regional y de que esa información pueda utilizarse para sustentar gran parte de los debates estacionales con las Naciones Unidas y otros asociados.
#LaNiña will affects rainfall and temperature patterns in many parts of the world but it is not the only climate driver.
WMO's new Global Seasonal Climate Update factors in other climate drivers as well human induced #ClimateChange https://t.co/tlZQDwUK59 pic.twitter.com/ttdiC70L1t— World Meteorological Organization (@WMO) October 29, 2020
Planificación de actividades humanitarias
Tras los devastadores efectos del episodio de El Niño de 2015/2016, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la OMM y organizaciones humanitarias se unieron para establecer lo que se conoce como la "célula ENOS", que busca asegurarse de que las Naciones Unidas y los socios humanitarios reciban el asesoramiento adecuado para actuar. En la actualidad, esta célula está brindando asesoramiento que tiene en cuenta los impactos a las Naciones Unidas y a las instancias decisorias humanitarias. La información climática estacional procedente de la OMM y de otros centros especializados se incorpora a una evaluación humanitaria más amplia para determinar las áreas consideradas de mayor riesgo. En esta evaluación se combinan la seguridad alimentaria y la capacidad de afrontamiento, entre otros factores, para realizar un examen más holístico de la vulnerabilidad real.
Actualmente se está trabajando para ampliar este apoyo al sistema humanitario mediante la elaboración de un mecanismo de coordinación específico que canalice los conocimientos especializados de la comunidad de la OMM directamente a las instancias decisorias para que se puedan salvar vidas y preservar los medios de subsistencia. De este modo, se dispondrá de pronósticos en distintas escalas temporales para la gestión de desastres, como ocurrió durante las recientes inundaciones en el Sudán, cuando la OMM proporcionó información hidrometeorológica a la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados.
La Niña 2020: resumen
De acuerdo con los pronósticos estacionales más recientes, se registrarán algunas de las anomalías de precipitación más importantes relacionadas con el episodio de La Niña de 2020 en el Gran Cuerno de África (con precipitaciones por debajo de lo normal), Asia central (con precipitaciones por debajo de lo normal), Asia sudoriental, algunas de las islas del Pacífico y la región septentrional de América del Sur (con precipitaciones por encima de lo normal).
África
El episodio de La Niña de este año coincide con la temporada de lluvias y de siembra en gran parte de África oriental, que según los pronósticos será más seca de lo habitual. Esta situación, sumada a los efectos de la invasión de langostas del desierto, es otro acontecimiento preocupante que puede agravar los problemas de seguridad alimentaria en la región.
Según indican los resultados recientes de algunos modelos de predicción estacional, debe esperarse un aumento de las precipitaciones en África meridional como resultado de La Niña. Pero existen algunas diferencias mínimas entre esos pronósticos y, por lo tanto, es preciso consultar las actualizaciones de los pronósticos a lo largo de los próximos meses. La Niña también puede afectar la temporada de ciclones tropicales del suroeste del océano Índico, reduciendo la intensidad de esos sistemas. Los expertos de la OMM y del sector humanitario se reunirán en noviembre para realizar un análisis exhaustivo de la próxima temporada.
Asia Central
En Asia central, los episodios de La Niña suelen dar lugar a una reducción de las precipitaciones entre enero y mayo. Sin embargo, según el pronóstico estacional más reciente, hay una mayor probabilidad de que en un área que se extiende del Levante a Asia central se produzcan precipitaciones por debajo de lo normal, incluso antes de lo habitual.
Asia sudoriental y el Pacífico
La Niña se asocia a menudo a condiciones húmedas en gran parte de Asia sudoriental y Australia, y las últimas proyecciones estacionales son coherentes con las condiciones históricas de La Niña.
En el caso de las islas del Pacífico, los efectos de La Niña variarán de un país a otro. Los países del Pacífico central y oriental podrán ser más propensos a registrar precipitaciones por debajo de lo normal, mientras que en los países del Pacífico suroccidental se darán precipitaciones por encima de lo normal.
Asia meridional
Los anteriores episodios de La Niña produjeron en Asia meridional una serie de efectos variados, que van desde condiciones más secas de lo habitual en el extremo sur, más húmedas en gran parte de las regiones centrales de junio a septiembre y luego de nuevo más secas en el extremo norte/noroeste.
Las proyecciones estacionales más recientes presentan un panorama similar, con condiciones secas previstas para los próximos meses en el norte de la región, mientras que en el resto de ella se espera que las condiciones sean casi normales. El último Boletín sobre el clima estacional mundial indica que, en el extremo sur de la región, es posible que se observen precipitaciones superiores a lo normal, mientras que en el número de septiembre del Boletín se estimaba que el volumen de precipitación sería inferior a lo normal. La situación seguirá vigiándose de cerca.
América del Norte, América Central y el Caribe
En América del Norte, La Niña suele provocar precipitaciones superiores a la media en la franja septentrional del continente, junto con precipitaciones inferiores a la media en el sur. Los resultados más recientes de los modelos de pronósticos son coherentes con este análisis histórico del impacto de La Niña.
En el Caribe, los episodios de La Niña pueden contribuir a aumentar la intensidad de la temporada de huracanes. De hecho, la temporada de 2020 ha sido una de las más activas que se haya registrado hasta el momento.
América del Sur
En América del Sur, La Niña puede traer lluvias por encima de lo normal en grandes partes del norte del continente, mientras que más al sur pueden producirse lluvias por debajo de lo normal tanto en la costa oriental como occidental. El episodio de La Niña de 2020 tiene características muy similares: es probable que en la franja norte del continente se den precipitaciones superiores a lo normal, mientras que en gran parte del Cono Sur es probable que se observen precipitaciones inferiores a lo normal.