Nairobi/Naciones Unidas.- La Fundación Ellen MacArthur y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) publicaron su segundo informe anual de progreso del Compromiso Global por la Nueva Economía del Plástico, con datos detallados sobre el progreso de las empresas y gobiernos signatarios.
El informe muestra que ha habido un avance significativo en dos áreas clave: la incorporación de contenido reciclado en los envases de plástico y la eliminación gradual de los elementos problemáticos identificados con mayor frecuencia, como los envases de poliestireno y PVC, los pigmentos negros indetectables y las bolsas de plástico y sorbetes de un solo uso.
Ha habido un progreso limitado en el aumento de la reciclabilidad de los empaques plásticos y en la reducción total de la necesidad de envases de un solo uso. El cambio hacia envases reutilizables es limitado y los esfuerzos de eliminación siguen centrados en un conjunto relativamente pequeño de materiales y formatos.
También hay diferencias significativas en el nivel de progreso de los distintos signatarios. Mientras algunos han dado grandes pasos, otros han mostrado poco o ningún progreso con respecto a los objetivos cuantitativos.
“Este informe muestra que hay gobiernos líderes tomando medidas, en particular para abordar algunos de los elementos problemáticos más comunes, y también cada vez más a través del despliegue de enfoques de políticas integrales, por ejemplo, combinando la responsabilidad ampliada del productor, los incentivos fiscales y las políticas de contratación pública”, dijo Ligia Noronha, directora de la División de Economía del PNUMA.
“Hacemos un llamado a todos los gobiernos a que sigan este ejemplo y se unan a nivel mundial, a través de la Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, en un marco de acción internacional basado en la visión de una economía circular para el plástico”, dijo Noronha.
Hallazgos clave
1.- El contenido reciclado en envases de plástico creció un 22 por ciento interanual, hasta 6.2 por ciento en promedio para los signatarios de productos empacados y minoristas.
2.- 31 por ciento de los signatarios de productos empacados y minoristas —18 en total—tienen ahora objetivos establecidos para reducir el plástico virgen en los empaques o eliminar los empaques plásticos por completo.
3.- Los esfuerzos de eliminación siguen centrados en un conjunto relativamente pequeño de materiales y formatos, y se concretan principalmente mediante la sustitución por otros plásticos o papel, o a través del aligeramiento (disminuir el grosor, por ejemplo), en lugar de reducir la necesidad de los empaques de un solo uso en su conjunto.
4.- Los envases reutilizables aumentaron levemente con respecto al año anterior (en 0.1 puntos porcentuales) y se mantienen en apenas 1.9 por ciento para los signatarios de productos empacados y minoristas, mientras que se observa un aumento adicional en las actividades piloto de reutilización.
5.- Se han informado inversiones sustanciales para lograr los objetivos en 2025, lo que eleva a más de 10 mil millones de dólares el monto total comprometido públicamente por los signatarios del Compromiso Global.
“Este informe muestra un progreso alentador hacia la visión de una economía circular para el plástico en algunas áreas, particularmente en el uso de plástico reciclado. Pero en el futuro será crucial ver avances importantes en el replanteamiento de los envases que se comercializan. Hacemos un llamado a la industria para que aumente rápidamente los esfuerzos para reducir los envases de un solo uso y eliminar los tipos de envases que no podrán ser reciclados en la práctica y a escala”, dijo Sander Defruyt, líder de New Plastics Economy en la Fundación Ellen MacArthur.
“Sabemos que la industria no puede realizar el cambio por sí sola y pedimos a los responsables de las políticas que establezcan condiciones propicias, incentivos y un marco internacional para acelerar esta transición”, añadió Defruyt.
La Fundación Ellen MacArthur y el PNUMA han realizado cuatro llamados a la acción que son vitales para erradicar la contaminación por plásticos:
A las empresas:
- Tomar medidas audaces sobre los tipos de envases que no son reciclables en la actualidad, ya sea desarrollando y ejecutando una hoja de ruta creíble para hacer que el reciclaje funcione o innovando de manera decisiva para abandonar estas opciones.
- Establecer objetivos de reducción ambiciosos, reconociendo que la acción voluntaria de la industria por sí sola no puede producir cambios en la escala y al ritmo necesarios.
A los gobiernos:
- Establecer políticas y mecanismos que proporcionen fondos dedicados y estables para la recolección y la clasificación, a través de contribuciones justas de la industria, como la responsabilidad ampliada del productor, sin las cuales es poco probable que el reciclaje se amplíe.
- Establecer una dirección global y crear un marco de acción internacional, a través de la Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, con base en la visión de una economía circular para los plásticos.