Una de las consecuencias del desarrollo económico de los países, es el crecimiento de la población, lo que demanda una adecuada distribución de los recursos para mitigar problemas tales como el desperdicio de alimentos y, por ende, garantizar la seguridad alimentaria de las personas. Aunado a esto, se deben tener en cuenta factores como el cambio climático y la urbanización para encontrar soluciones específicas para mejorar la logística de las cadenas de suministro que forman parte del sistema agroalimentario.
Dentro de estas soluciones, el control de temperatura en alimentos tiene una función relevante para mantener la frescura y la calidad de los productos, reduciendo así el desperdicio y asegurando que los alimentos lleguen en condiciones óptimas a los consumidores.
En México, de acuerdo con el Banco de Alimentos de México (BAMX), un tercio del alimento producido se desperdicia, lo que equivale a 38 toneladas por minuto, que bien podrían alimentar a 25.5 millones de personas con carencia alimentaria. Ante este panorama, es crucial contar con una cadena de frío eficiente y sostenible que permita el transporte de alimentos sin que pierdan su valor nutricional.
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la falta de un sistema de refrigeración eficaz es una de las principales causas de este problema, lo que provoca directamente la pérdida de 526 millones de toneladas o el equivalente al 12% del total mundial en los años previos a la pandemia por Covid-19.
Como líder mundial en soluciones sustentables de control de temperatura para el transporte, Thermo King reconoce que la tecnología juega un papel crucial en la cadena de frío de alimentos, pues no solo permite la monitorización en tiempo real, también brinda información valiosa para la optimización.
Dada la inherente complejidad de la cadena de frío de alimentos, con componentes tanto estáticos como dinámicos, es necesario un enfoque integral que requiera que todos los actores involucrados implementen mejoras en todas las etapas. Y el transporte refrigerado se erige como un elemento estratégico dentro de la cadena de frío de alimentos, demandando una mejora continua para garantizar la integridad y seguridad de los productos perecederos.
El transporte en cadena de frío desempeña un papel clave para disminuir la pérdida y el desperdicio de alimentos y asegurar la calidad de frutas, verduras, lácteos, carnes o pescados.
Tecnología especializada, clave para preservar la calidad de los alimentos
Hoy en día, los avances tecnológicos permiten que la cadena de frío funcione de forma óptima y eficaz. En un mundo cada vez más interconectado, los avances en sistemas de monitoreo, control de temperatura y telemática se han vuelto esenciales para las empresas de transporte que desean mantener la integridad de los productos sensibles a lo largo de su viaje.
Asimismo, la tecnología también ofrece la capacidad de establecer umbrales y alarmas que alertan a los operadores ante cualquier desviación de la temperatura establecida. Esto asegura que se tomen medidas inmediatas para corregir cualquier anomalía y, en última instancia, garantiza que los productos lleguen a sus destinatarios en las condiciones adecuadas.
Soluciones como la telemática, brindan una visión integral en el transporte refrigerado, permitiendo a las empresas rastrear el estado y la ubicación de los productos en tiempo real, algo que es fundamental para garantizar la puntualidad y seguridad de la entrega.
“Uno de los principales retos de la industria es asegurar que los alimentos lleguen frescos y con la calidad que se requiere para evitar el desperdicio de alimentos. Para esto, la optimización de la cadena de frío, por medio de la tecnología, debe ser tratada como una prioridad para las empresas que forman parte de la cadena de suministro de bienes y productos perecederos”, menciona José Carlos Gómez, director de Ventas LAR Norte para Thermo King. “De igual manera, aspectos como la sustentabilidad, el cambio climático, el crecimiento poblacional y la urbanización, exigen una actualización constante e implementación de tecnologías que impacten de manera contundente el sector agroalimentario”, finaliza José Carlos.
Frente a un panorama donde cada vez más las poblaciones crecen de forma exponencial y los recursos deben ser administrados de forma eficiente, la tecnología ofrece los medios para mejorar los sistemas de abastecimiento de alimentos. Es así como las empresas deben hacer una inversión para reducir el desperdicio que existe dentro del sistema agroalimentario y la población tenga acceso a alimentos frescos y con los nutrientes necesarios para mejorar su calidad de vida.