La necesidad de incrementar la capacidad energética en México enfrenta un doble desafío: satisfacer la creciente demanda generada por el aumento de la inversión extranjera, impulsada por el nearshoring, y al mismo tiempo reducir el impacto en el medio ambiente. Para lograr este equilibrio, la adopción de energías limpias emerge como un factor clave y determinante.
En este contexto, la Asamblea General de las Naciones Unidas designó el 26 de enero como el Día Internacional de la Energía Limpia, con el propósito de concienciar y movilizar hacia una transición justa e inclusiva hacia fuentes de energía más limpias, en beneficio tanto de las personas como del planeta.
La interrelación entre la energía limpia y el desarrollo socioeconómico resulta esencial para abordar los desafíos que enfrentan las empresas, tanto nacionales como internacionales y que invierten en México. Asimismo, las cadenas de suministro en el país deben respaldar estos compromisos en busca de la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.
La Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA) ha destacado que la energía solar representa una apuesta crucial en la transición hacia una economía de energía limpia y renovable. México, ubicado entre los 15° y 35° de latitud, se encuentra en una región considerada la más favorecida en recursos solares, recibiendo diariamente un promedio de 5.5 Kwh /m2, según IRENA.
En 2022, alrededor del 54% de la energía generada en México provenía del gas natural, seguido por un 13.5% proveniente de otros combustibles fósiles como el petróleo y sus derivados. En contraste, las energías renovables, como la hidroeléctrica o la eólica, representaron el 22.9% del total producido.
En línea con los compromisos internacionales, México se comprometió a que el 35% de la energía generada para 2024, y el 43% por ciento para 2030, sería de fuentes limpias, de acuerdo con los objetivos de la Agenda 2030 y del Acuerdo de París. Los analistas de Serfimex Capital estiman que para este año la generación distribuida tendrá un significativo crecimiento en el mercado, que oscilará entre un 15% y 20% aún por debajo de lo necesario para alcanzar dichos compromisos. Se proyecta que la meta del 35% se logrará aproximadamente en 2026.
José Achar, Director General de Serfimex, resalta la importancia de plataformas de financiamiento como Serfimex Solar en el actual contexto. Estas plataformas son esenciales debido a su capacidad para modelar y calcular de manera matemática el escenario óptimo de financiamiento para cada proyecto fotovoltaico. Este enfoque permite a los integradores ofrecer a sus clientes diversas opciones de financiamiento, ya sea con o sin enganche, abarcando proyectos que tienen un valor inicial de $500,000 pesos, con una capacidad máxima de medio Megawatt y plazos que pueden extenderse hasta 72 meses.
Este programa facilita la transición energética en sectores industriales, comerciales y hoteleros al proporcionar el respaldo financiero necesario. Para este año, se busca un crecimiento exponencial en la colocación del programa, considerando la posibilidad de extender los financiamientos a equipos de almacenamiento y baterías.
La flexibilidad financiera de Serfimex Solar facilita la promoción y venta de proyectos a gran escala, que de otra manera no serían viables sin el respaldo adecuado. Se posiciona como una herramienta clave para impulsar proyectos fotovoltaicos, permitiendo a integradores y clientes llevar a cabo iniciativas sostenibles de manera eficiente y rentable, consolidando así la contribución de Serfimex hacia un futuro más ecológico en México y el planeta.