Con aproximadamente el 70% de la superficie terrestre cubierta por agua, los océanos no solo son fundamentales para la vida en el planeta, sino que también albergan un tesoro de posibilidades en términos de energía renovable.
En este contexto, las energías marinas emergen como una alternativa prometedora frente a los recursos fósiles tradicionales. Desde el oleaje hasta las corrientes oceánicas y los gradientes térmicos, los océanos ofrecen un vasto potencial para generar electricidad de manera sostenible.
De acuerdo con una publicación de Ciencia UNAM existen diversas fuentes de energía marina que se pueden aprovechar para generar electricidad, te invitamos a conocerlas.
Energía del oleaje: aprovechando la mecánica marina
La energía del oleaje, generada por las ondas de corto periodo impulsadas por el viento, representa una fuente valiosa y predecible. El Dr. Rodolfo Silva Casarín, del Instituto de Ingeniería de la UNAM y miembro del Centro Mexicano de Innovación en Energía Océano (Cemie-Océano), destaca la posibilidad de captar y transformar esta energía en formas utilizables mediante convertidores. Esta técnica no solo es eficiente sino también predecible, ya que el oleaje fluye hacia las costas, facilitando su captura.
Energía de corrientes marinas: potencial mexicano
México posee un potencial significativo para la generación de energía a partir de corrientes marinas. La corriente oceánica en las costas de Quintana Roo, las corrientes de marea en el Golfo de California y la corriente de Cozumel en el mar Caribe son fuentes estratégicas. Aprovechando el movimiento cinético del agua a través de turbinas, se convierte la energía de las corrientes marinas en electricidad, contribuyendo a diversificar la matriz energética.
Gradiente térmico: de las profundidades del mar a la superficie
La energía por gradiente térmico se destaca como una opción innovadora al bombear agua desde las profundidades del mar hacia la superficie. Al cambiar las fases del agua mediante intercambiadores de calor y utilizar turbinas conectadas a generadores, se genera electricidad de manera sostenible. Además, este sistema permite la producción de agua dulce, beneficiando a la agricultura y a las comunidades locales cuando la generación eléctrica no es necesaria.
Gradiente salino: electricidad a través del intercambio iónico
Otro recurso intrigante es el gradiente salino, que aprovecha el intercambio iónico entre agua dulce y salina. Esta forma de energía se libera cuando masas de agua con diferentes concentraciones de sales se mezclan, una situación que se puede encontrar en desembocaduras de ríos al mar o en ambientes deltaicos. Cemie-Océano resalta la importancia de encontrar el equilibrio óptimo entre todos estos recursos para adaptarse a las condiciones específicas de cada sitio.
En la búsqueda de un futuro sostenible, la diversificación de fuentes de energía es esencial. La energía marina ofrece un abanico de posibilidades, desde la captura predecible del oleaje hasta el aprovechamiento de corrientes oceánicas, gradientes térmicos y salinos. El Dr. Silva Casarín subraya la importancia de evitar debates sobre qué fuente es más limpia o conveniente, enfocándonos en encontrar el equilibrio y permitiendo que las comunidades se apropien de estas tecnologías. En este camino hacia la sostenibilidad, los océanos no solo representan un recurso vital, sino también un motor poderoso para impulsar la transición hacia una energía más limpia y renovable.