De acuerdo con las Naciones Unidas los elementos agua, alimentos y energía son la base para todo desarrollo de sustentabilidad. Los alimentos generan el 26% de las emisiones invernadero, por lo que es fácil entender la presión que tienen los productores de alimentos para aumentar su sustentabilidad.
Existe una necesidad real de transformar este reto en una oportunidad, asegurando que los productos sean tentadores para cumplir con el aumento de las expectativas de los clientes con respecto a la sustentabilidad y la responsabilidad social, garantizando también el cumplimiento de normas que están en continuo aumento.
En cuanto al desarrollo de productos en especial, las empresas de alimentos tienen que trabajar en forma más inteligente y dura para optimizar la sustentabilidad de los productos.
Cambios impulsados por los clientes
La combinación de un aumento de los influencers en las redes sociales y más cobertura en los medios al consumo sustentable y responsable significa que más clientes desean contar con visibilidad de lo que compran diariamente, incluyendo los productos alimenticios. Y no sólo de los productos sino cómo están empaquetados y como se transportan.
Las normas sobre sustentabilidad van en aumento para los productores de alimentos, con normas para el empaquetado en algunos países, como "Grüne Punkt" en Alemania y Economía Anti-Desperdicios y Circular (AGEC) en Francia. El etiquetado sobre los valores nutricionales ya es una norma y probablemente aumenten las reglamentaciones sobre temas como emisiones de carbono, y uso de agua en los próximos años. Por lo que las empresas lucharán para lograr un mayor cumplimiento para ser más atractivas para los consumidores.
Todavía contar con credenciales sustentables no son necesarias para operar, pero inevitablemente esto ocurrirá en un futuro no tan lejano, por lo que cada vez más empresas de alimentos adoptan medidas sustentables para ser más competitivas. Pero ¿cuáles son las características necesarias para ser sustentables? En este punto es donde las empresas enfrentan el mayor reto, especialmente en lo que respecta al desarrollo de productos sustentables.
El alcance de la sustentabilidad
La estrategia más directa y básica es determinar el impacto ambiental del origen del producto y todos los factores relacionados con la producción de los alimentos. También se debe incluir el impacto ambiental de los procesos de electricidad, vapor, calefacción y refrigeración utilizados en la empresa.
La estrategia estándar debe ser expandir el alcance más y considerar el impacto ambiental de cada uno de los pasos de la cadena de suministro, utilizando la frase "del campo a la mesa". Si la industria es realmente seria sobre la sustentabilidad, debe ir todavía más allá, cerrando todo el ciclo de la economía circular, analizando los desperdicios y las opciones de reciclaje también. Pero actualmente no existen lineamientos de lo que representa una sustentabilidad robusta y en este punto es donde hace falta más claridad.
La falta de cohesión y unificación en lo que respecta al etiquetado de los productos no ayuda a la situación, los consumidores buscan claridad sobre las múltiples etiquetas a una industria que no siempre puede explicarlas.
¿Dónde empieza y dónde termina la sustentabilidad? Por ejemplo, existe cada vez más interés en la agricultura regenerativa, incentivando prácticas que impulsan la fertilidad del suelo, y cada vez más proveedores intentan usar menos agua en los procesos de producción. Al mismo tiempo, la sustentabilidad puede incluir la mejora de inclusión social y económica para granjeros y proveedores.
Entonces ¿dónde quedan los parámetros de sustentabilidad? En este momento queda a consideración de los productores y procesadores definir cuáles son los factores múltiples que se deben considerar al determinar cuán sustentable es un producto. Esto incluye cumplir con las demandas de los clientes sobre transparencia sustentable e instalar procesos que puedan soportar la introducción de requisitos concretos en el futuro.
Exceso de datos
Cuando se debe introducir un nuevo producto sustentable al mercado, el reto principal para las empresas de alimentos es cómo manejar la cantidad enorme de datos de toda la cadena de suministros (sin mencionar asegurarse de que la fecha en que se reciben los datos de los socios de la cadena sea la precisa).
Los datos tampoco son estáticos sino datos dinámicos sin características de productos fijos dependiendo del país de origen de alguno de los ingredientes, por ejemplo, o el método de transporte, o como debe empaquetarse.
Cada vez se deben considerar más factores para determinar la sustentabilidad, por lo que la complejidad de la gestión del ciclo de vida del producto y del desarrollo del producto aumenta un paso enorme. Esto significa que ya no es solo sobre formulación del producto, sino sobre optimizar y automatizar el proceso de desarrollo del producto, para llevar productos relevantes y tentadores al mercado lo más rápido posible.
Acá es donde las hojas de cálculo no son más útiles para la gestión del ciclo de vida del producto, ya que no pueden manejar en forma rápida y efectiva los grandes volúmenes de datos que se deben considerar. Las hojas de cálculo no solo generan muchos errores, sino que también toman mucho tiempo, al tener que pasar entre distintos sectores para poder amalgamar las acciones y actividades de las distintas partes involucradas.
Con una herramienta para la gestión del ciclo de vida del producto, las empresas pueden capturar ideas, calificarlas y estructurar los procesos, lograr transparencias no sólo en los criterios de las decisiones sino también con respecto a la sustentabilidad.
Un proceso colaborativo
Contar con la herramienta correcta facilita tener el conocimiento de cada una de las partes del negocio, logrando un repositorio con toda la información relevante. Las actividades se asignan a los distintos departamentos y personas, programándolas en paralelo y requiriendo aprobación digital antes para poder realizar alguna otra acción, acelerando el desarrollo de todo el producto y haciéndolo menos propenso a los errores y más eficiente. Es frecuente que los productos lleguen demorados al mercado debido a un error en una de las áreas del proceso de desarrollo del producto.
Todas las etapas están tan vinculadas y son codependientes para que los productos correctos lleguen al mercado en tiempo y forma, ya que el menor de los errores en alguna parte del proceso puede llevar al fracaso.
Una jornada continua
El ciclo de vida del producto no empieza y termina con el desarrollo del producto, sino que continúa después del lanzamiento. La capacidad para recalcular los factores de sustentabilidad al cambiar de proveedores, cambio de ingredientes o responder a nuevas legislaciones, por ejemplo, resulta crucial y es demasiado complejo y toma mucho tiempo como para dejarlo a las hojas de cálculo.
Las soluciones adecuadas pueden gestionar todo el proceso, cambiando las especificaciones de algún producto en especial y luego informará las reformulaciones necesarias que deben realizarse para optimizar los costos y la sustentabilidad.
Si llevamos esto un paso más allá, también se debe considerar la gestión de la etapa final del producto. Por lo que la tecnología puede ir más allá de la gestión hasta la mesa y abarcar reciclado de los empaques y hasta opciones responsables para el manejo de desperdicio de alimentos, pasos que suman para mejorar la sustentabilidad del producto o de la empresa.
A medida que más empresas de alimentos buscan lograr productos verdaderamente sustentables, la capacidad de llevar estos productos rápidamente al mercado es crucial, ayudando a desarrollar un diferencial en un mercado cada vez más competitivo.
La tecnología resulta clave para optimizar la sustentabilidad, permitiendo a las empresas de alimentos adaptarse a los cambios en las demandas y en la legislación brindando productos atractivos para los consumidores. Al contar con la tecnología adecuada, las empresas de alimentos optimizan todo el proceso del desarrollo del producto y cuentan con una infraestructura para cumplir con las más altas normas sustentables.